1.10.04

22 (¿o 21?) razones para amar Con La Muerte En Los Talones

Nunca he creído en eso tan típico y tópico de la mejor película. Hay muchas mejores películas en mi mente (y no digamos las peores, que de esas las hay a patadas). Y, a pesar de no creer en ello, cuando alguien se me acerca sigilosamente y me espeta: "Oye, a ti que te gusta el cine, ¿cuál es la mejor película que has visto en tu vida?", sín dudarlo dos veces suelto: "Con la Muerte en los Talones".

No sé si será la mejor. Podría ser. O no. Lo que sí tengo claro es que es una de las que he visto más veces. Y nunca me ha cansado. Cada visionado supone un nuevo detalle a tener en cuenta y, al mismo tiempo, cada vez que termina, noto una especie de satisfacción interior que hace que siga creyendo en todo esto del cine.

Con los años, Con la Muerte en los Talones se ha convertido para mí en una especie de Biblia personal a la que acudir en mis momentos más bajos. Y les aseguro que levanta el ánimo.

A la hora de juzgar, incluso algunas veces la utilizo de baremo con el que comparar otros títulos, sea cual sea su género, nacionalidad o pretensión. Y, normalmente (excepto honradas excepciones en las que queda empatada), sale ganando en mi ranking privado.

¿Por qué? Pues por 22 razones muy simples que paso a enumerar:

1. Porque es una mezcla de comedia e intriga inteligentemente narrada.

2. Porque consigue hacer totalmente creíble una historia increíble. Tanto es así que incluso la actriz que interpreta a la madre de Cary Grant... ¡tan sólo tenía un año más que él!

3. Por afinidad, ya que la película se estrenó en 1959, el mismo año en que nací (si hacen cuentas verán que empiezo a contar canas).

4. Por no haber envejecido ni un ápice con el paso del tiempo (¿como yo?).

5. Porque una de las veces que la vi, fue en un programa doble de barrio, junto con La Noche de Walpurgis. Y por aquel entonces, a pesar de mi juventud, noté la supremacía de Hitchcock por encima de la caspa de León Klimovsky.

6. Porque Cary Grant siempre será Cary Grant. Uno de los grandes.

7. Por James Mason, antes de colgarse de Lolita.

8. Por un ambiguo Martin Landau, antes de hacer el idiota en Espacio 1999.

9. Por tener una de las escenas más bien montadas y milimetradas de la historia del cine: la de la avioneta fumigadora (comentada, hace poco, desde otro post en esta misma página).

10. Por colgar a Grant y Eva Marie Saint de las narices de los Presidentes norteamericanos en el Monte Rushmore.

11. Por la escena de la borrachera y la beoda llamada telefónica de Grant a su madre, desde una comisaría, ante un policía con nombre de mujer.

12. Por simular un coito con la imagen de un ferrocarril entrando en un túnel.

13. Porque Hitchcock pierde el autobús tras unos maravillosos créditos de Saul Bass.

14. Porque se ha convertido en la quintaesencia del cine de su autor.

15. Simplemente, por tocar las narices a aquellos que dicen que Vértigo es mucho mejor.

16. Porque, a pesar de los pesares, muchos la han intentado imitar y no le han llegado ni a la suela de los zapatos. Excepto Donen, que se le aproximo muchísimo en Charada.

17. Por que sin la música del genial Bernard Herrmann no hubiera sido la misma película.

18. Por tener la subasta más surrealista jamás filmada

19. Por Ernest Lehman, su guionista, otro de los grandes

20. Por Tutatis.

21. Por su título original en contraposición al español, North by Northwest (uno de los bautizos más alucinantes en nuestro país), perdiendo todo el doble sentido del mismo... ¡Ni que se tratara de un spaguetti-western!

22. Porque sin ella, el cine, para mí, no sería lo mismo.

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