28.11.09

FECINEMA 2009: Los largos (I)

El Fecinema abrió sus puertas con Tenderness, un insustancial largometraje que, en España, se ha estrenado con el abominable subtítulo de “la ternura del asesino”. En él, Russell Crowe interpreta a un policía obstinado que, marcado por un hecho de su vida privada, se empecina en pillar in fraganti a un adolescente que acaba de cumplir condena acusado de haber asesinado a sus propios padres. Una joven se interpondrá entre el detective y el ex convicto.

John Polson es su realizador, el mismo de la también fallida El Escondite; un hombre que, a pesar de sus esfuerzos por enlazar su film con cintas clásicas (Un Lugar en el Sol o Que el Cielo la Juzgue son sus referencias más evidentes), se queda a medio camino en sus intentos por conseguir un trabajo mínimamente digno. Una cinta aburrida, sin alma y con un look excesivamente televisivo. Lo mejor, sin lugar a dudas, es la atemporalidad con la que la ha afrontado y la presencia (en este caso descafeinada) de un tipo de la talla del oscarizado protagonista de Gladiator.

A priori, la clausura, con la proyección de La Cinta Blanca de Michael Haneke, parecía mucho más interesante. Pero tan sólo lo parecía. La película del realizador de Funny Games, no es más que un peñazo de mucho cuidado. Dos horas y media del Haneke más colgado; de ese Haneke que es capaz de aguantar decenas de inamovibles planos innecesarios, filmados con cámara fija, en silencio y sin que ocurra nada de nada en pantalla. Una pura exhibición de petulancia cinematográfica que, para lo único que sirve, es para destrozar las buenas intenciones de la historia que propone.

Ambientada, pocos días antes del inicio de la 1ª Guerra Mundial, en una pequeña aldea alemana y rodada en blanco y negro, el realizador germano acerca al espectador a lo que bien podría significar el nacimiento del nazismo. Un montón de sucesos extraños y violentos se suceden en el lugar. Accidentes inesperados, secuestros, torturas… El mal rollo está servido. La lucha de clases y el conflicto generacional quedan más que latentes en las desgracias de la aldea. Niños maltratados, mujeres insatisfechas, machotes prepotentes. De todo y más en el lugar. El tema promete; es evidente. El problema estriba en que la película nunca acaba de arrancar, sobrándole metraje por todos lados. El aburrimiento está servido y cuanto ocurre lo hace a medias tintas. El indiscutible preciosismo de la imagen está reñido con la falta total de ritmo. Una horita menos de duración le habría sentado de narices.

Five Minutes Of Heaven fue uno de los títulos que se pudo ver en la sección oficial de cine negro. Una nueva vuelta de tuerca a una de las constantes del cine procedente de Irlanda: el de las convulsas luchas entre católicos y protestantes en el Belfast de hace unas décadas. A pesar del tono discursivo que adquiere en su última parte, esta fue una de las propuestas más interesantes del certamen. Narrada en tres actos, Olivier Hirschiegel, su director, afronta una historia en donde el sentido de culpabilidad, el odio y la búsqueda del perdón cobran un fuerte protagonismo. La excusa es un debate televisivo que pretende situar, cara a cara, a un antiguo miembro del Ulster Volunteer Force y al hermano de una de sus víctimas. A un lado, la sobriedad de Liam Neeson; al otro, el flirteo con la sobreactuación de James Nesbitt. El equilibrio perfecto para jugar con los sentimientos contrapuestos de ambos personajes.

Otro título atractivo fue Jar City (Mýrin), una producción islandesa que, dirigida por un tal Baltasar Kormakur, destaca, ante todo, por la dureza y frialdad con las que trata a sus personajes. Ya se sabe, un país gélido normalmente da películas aún más gélidas. Malos rollos familiares y experimentos genéticos se esconden tras un crimen que pretende resolver un solitario inspector de la policía de Reykiavik, cuya investigación le trasladará hasta unos sucesos acaecidos 30 años antes. Un consistente guión, en donde sobresale su acertado manejo del flash-back, avala un trabajo que se muestra ciertamente demoledor con la condición humana. Añádanle un hermético tono grisáceo y un par de sutiles toques gores y sabrán lo que es bueno.

Film Noir y el Bad Lieutenant de Herzog fueron otros de los títulos de la sección oficial de cine negro y que, en su día, ya se comentaron en esta página. La primera, a raíz de la inauguración del Fecinema el año pasado; la segunda, debido a su pase en el reciente Festival de Cine Fantástico de Sitges. El resto de propuestas ofrecidas en Manresa serán comentadas en un nuevo post.

25.11.09

FECINEMA 2009: Los cortos

Tras cinco jornadas con el gas a fondo, el lunes dejé Manresa y regresé a Barcelona. Resfriado, afónico y cansado, pero feliz de haber estado una vez más en el Fecinema, un Festival pequeño pero con un calor humano difícil de igualar. Ahora toca recuperarse y recapacitar sobre los films vistos.

Teniendo en cuenta que mi papel en el certamen fue como miembro del jurado de cortometrajes, es casi obligatorio empezar citando al corto ganador, Parking, un trabajo trepidante, cargado de humor y filmado con una elegancia exquisita. Tal y como indica su título, un aparcamiento subterráneo es el escenario en el que transcurre la breve (aunque tensa) historia que nos plantea Jordi Molina, su director y guionista, y en donde un yuppie estresado y un tanto jetas, se verá envuelto en un comprometido episodio. A partir de aquí, sobran las palabras. Lo mejor que pueden hacer es darle al siguiente link y disfrutar de él en su integridad. Juzguen por ustedes mismos.

La cinta de Molina fue la que se hizo con el premio Plácido correspondiente, aunque no estuvo sóla en la decisión del jurado, ya que el cortometraje Parenthesis también obtuvo una mención especial, tanto por su originalidad como por su brillante puesta en escena. La película, filmada mediante un único y espléndido travelling, significa el debut tras la cámara del actor José Luis García-Pérez. La voz en off de una mujer, saliendo de un contestador telefónico, es la clave principal de una cinta que, a duras penas, llega a los cinco minutos de duración y en la que Eloy Azorín realiza una colaboración especial.

Abajo les dejo con una fotografía en la cual, junto a Carlos Ortega KOP (director del certamen), podrán apreciar a los cinco integrantes del grupo salvaje que otorgó el premio al mejor corto.

De izquierda a derecha: Rafael Maluenda (presidente del jurado y director del Festival de Cinema Jove de València), Carlos Ortega KOP, Miguel Fernando Ruiz de Villalobos (crítico de cine), Spaulding, David C. Hall (escritor de novela negra) y Enric Tierz García (miembro de la junta del Cine Club Manresa)

En el próximo post, si la autoridad y el tiempo lo permiten, les hablaré de los largometrajes.

18.11.09

En tierras de Plácido, again

Esta noche, a las nueve, con la proyección de un thriller protagonizado por Russell Crowe, Tenderness, se abre la XI edición del Festival de Cine Negro de Manresa (Fecinema), un certamen que año a año va ganando más adeptos y, lo que es más importante, el necesario respaldo del público.

Durante los cinco días que dura el evento, estaré en tierras manresanas, justo hasta que se cierre con el pase de El Lazo Blanco, el último título de Haneke que fue premiado en Cannes con la Palma de Oro. En esta ocasión, lo haré ejerciendo como jurado de cortometrajes. Mucho cine y un montón de relaciones sociales. Reencontrarse con la parroquia habitual, les puedo asegurar que es todo un lujo. Un país frío pero con una gente que desprende un calor humano incomparable.

La próxima semana, cuando regrese a Barcelona, les pondré al día de lo que ha significado el festival. Mientras tanto, un fuerte abrazo a todos ustedes… que yo, de nuevo, me apunto a lo del gañote.

14.11.09

Cita a ciegas

Hace unas cuantas semanas, recibí un email invitándome amablemente a presentar El Infierno del Odio, de Akira Kurosawa, en un cine club de reciente creación en Calafell (Tarragona). Ni corto ni perezoso, ante tal propuesta, puse manos a la obra y me hice con una copia del título para darle un vistazo.

Pues nada, ya saben. Si andan cerca de Calafell, les apetece conocer la película de Kurosawa y verme en acción, mañana es el día. Si se acercan por el lugar, dense a conocer. Será un place estrecharles la mano y (si es posible) estamparles un beso en la frente.

Les dejo con el cartel publicitario que me han hecho llegar los integrantes del Cine Club Koniec. Ahora les dejo. Me voy a hacer los deberes.

11.11.09

Encallado

Woody Allen regresa a su Nueva York natal para entonar la misma canción de siempre. Su título, Si la Cosa Funciona. Y, de hecho, sin ser nada del otro mundo y repitiendo sus esquemas habituales, la cosa le funciona un poco mejor que en su anterior título, esa postalita turística y sin contenido a la que bautizó como Vicky, Cristina, Barcelona. De todos modos, hay que reconocer que no supone un mérito excesivo el lograr un producto mínimamente más potable que el protagonizado por Bardem y la .

En Si la Cosa Funciona, Allen, por enésima vez, vuelve a hablarnos de la pareja y las relaciones humanas. Poca variación hay entre ésta y otras cintas suyas. Quizás el personaje principal sea mucha más mezquino que en anteriores ocasiones, razón por la cual (en un claro acto de cobardía) ha rehusado darle vida a su protagonista principal, encargándole tal misión a Larry David, un cómico de procedencia televisiva cuyas principales dotes son gesticular de modo exagerado y hablar a cien por hora. Un alter ego, soberbio y prepotente, que conducirá al espectador por caminos que ya le suenan demasiado: hombre mayor, amargado y separado, conoce a jovencita con la que se plantea iniciar una vida en común. Pigmalion y su particular Annie Hall.

El mejor acierto del film se encuentra en los personajes interpretados por Patricia Clarkson y Ed Begley, Jr, los peculiares padres de la joven protagonista (Evan Rachel Wood). Es más, hacia media película, cuando la cosa anda ya bastante encallada, la aparición de Patricia Clarkson rompe con la monotonía argumental y abre nuevas (y más divertidas) puertas a un producto que parecía totalmente estrellado.

A pesar de sus (poquitos) aciertos, Allen está bajo mínimos. Demasiado tiempo sin refrescar su cine. Los gafapastas de sus películas ya no motivan. Sus diálogos no sorprenden; ni siquiera son la mitad de ágiles que los de antes. Necesita nuevas fórmulas y, ante todo, distanciarse de ciertos temas que, en su filmografía, empiezan a ser agobiantes. Y el hombre, seguramente consciente de ello, intenta alguna que otra variación. Pero en este caso, buscando nuevos puntos de vista, la ha pifiado. La falta de ingenio le ha hecho cambiar sus agridulces finales por un the end de lo más dulzón y edulcorado, muy al estilo del Viva la Gente. Y eso, viniendo de un realizador como él, no hay quien se lo trague.

5.11.09

SITGES 2009: TRES CURIOSIDADES Y UN PUNTO Y APARTE

CURIOSIDAD 1: Descubrir que Antje Monning, la componente femenina del jurado Méliès, era la única actriz que salía desnuda en las fotos del catálogo de este año. De hecho, la chica presentaba una película sobre moteras y sexo en carretera. Su título: Angels With Dirty Wings. Ella y el director de la cinta me invitaron a su estreno, pero uno (que es muy pudiente) se abstuvo de acudir para no ruborizarse.

CURIOSIDAD 2: Coincidir, dentro de los ascensores del Hotel, con Sam Rockwell. El hombre, recién salido de la piscina climatizada y arrastrando una larga toalla de baño, empezó a enrollarse en inglés con nosotros tras haberle presentado como “Mister Sam Rockwell” a mi mujer. Ante la incomprensión de lo que parecían alegres y amistosas palabras, le aseguré que yo era un “catalonian men” y que a duras penas entendía su idioma. Un tío, a primera vista, simpaticote.

CURIOSIDAD 3: En el mismo ascensor, poder felicitar personalmente a una delgadísima Elena Anaya tras conocer que, de forma muy merecida, había conseguido el premio a la mejor actriz por Hierro. Desconocida, de rubio y con el pelo cortísimo. Aún me pregunto cómo pude reconocerla con ese look que me llevaba.


PUNTO Y APARTE: Desde el día 12 de octubre que ya no vivo de gañote. Pero no pierdo las esperanzas. Desde el 18 hasta el 22 de noviembre estoy invitado, de nuevo, en el Fecinema (el Festival de Cine Negro de Manresa). Y en esta ocasión, siguiendo con la misma tónica, como miembro del Jurado de cortometrajes. De oca en oca y tiro porque me toca. ¡Cómo me gusta lo del gañote!

3.11.09

Mi Querido Señorito

Para un par o tres de generaciones, el cine español siempre irá unido indisolublemente al nombre de José Luis López Vázquez, quizás el actor más popular de nuestro país que ayer, a los 87 años de edad, se despidió para siempre. Durante mucho tiempo, decir "cine español" fue sinónimo de "Joseluislopezvázquez", así, todo junto, como si de una marca registrada se tratara.

Normalmente rayano en la sobreactuación, aunque dotando a sus personajes de un toque personalísimo difícil de repetir, se alzó como un gran maestro de la comedia y, al mismo tiempo, de los roles oscuros con una fuerte carga de mal rollo. De El Pisito a Mi Prima Angélica: dos de las múltiples caras de un actor emblemático y único al que solicitaron todo tipo de realizadores, desde Berlanga a Ferreri, pasando por Saura y Armiñán.

Aristócrata o buhonero; travestido o macho ibérico; ladrón o asesino... fuera bajo la piel que fuese, en todo momento dio muestras de su gran profesionalidad. Todo un crack de la interpretación.

Hasta siempre, señoritooooo.