6.9.13

El islote del tesoro


Después de la interesante aunque extraña Take Shelter, su director, Jeff Nichols, vuelve a sorprender con su nueva cinta, Mud, un trabajo que conserva algunas de las constantes de su película anterior, como esa tranquilidad narrativa que le imprime a su historia; una historia que, por otra parte, posee varios puntos de contacto con la adaptación del Cuenta Conmigo de Stephen King que realizara Rob Reiner.

Mud narra la relación de amistad nacida entre dos niños de 14 años, Ellis y Neckbone, con Mud, un hombre que huye de la justicia y se refugia en un pequeño islote del medio Mississippi, esperando el momento de reunirse con Juniper, la mujer a la que ama. El joven Ellis, agobiado por la inseguridad que rezuma el matrimonio de sus padres, idealizará a Mud debido a los sentimientos de amor que éste demuestra para con su pareja.


Un contundente melodrama, con toques de cine de aventuras, narrado a ritmo de thriller y con una aurea de cuento infantil lleno de apuntes descarnados, conforman la fórmula exótica de la independiente propuesta de Nichols. Al igual que Take Shelter, este es un producto distinto, a veces estrambótico y, por momentos, debido a su lentitud, un tanto aburrido. Pero son tantos los destellos de brillantez que inundan sus dos largas horas de metraje, que sus pasajes más tediosos (y algunos de ellos bastante increíbles) quedan pronto en el olvido.

Buena cuelpa del hipnótico y chocante encanto del film, aparte de la destacable interpretación del joven Tye Sheridan, se encuentra en el buen hacer de un sorprendente Matthew McConaughey, un actor que por fin -tras haber pasado por un alarmante número de comedias bobaliconas-, ha encontrado su mejor forma de expresión dando vida a personajes oscuros y bastante al margen de la sociedad, tal y como hiciera en la violenta y lapidaria Killer Joe, título no estrenado en España de William Friedkin en el que daba vida a un policía corrupto que también ejercía de asesino profesional. Con el rol de Mud, McConaughey ha encontrado su rinconcito en el Olimpo de Hollywood.


Y atención igualmente a una Reese Whiterspoon totalmente distinta a sus desaboridos papeles habituales. Mucho más madura, sombría y sensual que lo acostumbrado, con su peculiar creación de Juniper complementa a la perfección al personaje de Mud.