No me gusta CSI. Ninguna de las tres series. Es más, odio CSI. Siempre es la misma fórmula, repetida, una y mil veces, hasta la saciedad.
Pero a Tarantino, por lo que parece, le encanta. Y el hombre, para tocarme las narices y obligarme a ver un episodio, ha dirigido el último de la quinta temporada de CSI Las Vegas. Dos horas de duración. Y con la presencia del mismísimo Tony Curtis interpretándose a sí mismo y demostrando cierta añoranza por Las Vegas de los años 60.
Según dicen los entendidos (pues ya fue emitido en los EE.UU. a finales de mayo), es el segundo mejor episodio de la serie. Ya lo saben: todos los seguidores de la misma, estén atentos a ese capítulo. Y los que no, también. Al menos, puede resultar curioso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario