Como pueden comprobar, todo sigue atrasándose en el Spaulding’s Blog. El cansancio de estos días ha aparecido ahora. Después de la tempestad, viene la calma. Y la calma se ha convertido en una especie de letargo adormecido. Los nervios de dos largos meses han dado paso a una extraña y pasiva situación. El sueño me sorprende a cada paso que doy. Me estoy convirtiendo en esa especie de personaje que, en El Otro Lado de la Cama, interpretaba María Estévez. Vaya, que ahora, últimamente, me duermo en el trabajo, me duermo sobre la taza del water, me duermo en el bazar chino de la esquina al comprar bobinas de DVD’s, me duermo en el ascensor, me duermo ante un plato de espaguetis, me duermo ante uno de macarrones, me duermo ante el televisor, ante el ordenador, me duermo al comprar una barra de medio (y no les cuento lo que me ocurre al pedir una de cuarto), me duermo en la barra del bar, me duermo en….
No se extrañen si todo se atrasa un poco estos días. Mi intención es ver, cuanto antes, el Episodio III y Tapas. Aún tengo pendiente la película solicitada para eso de Ustedes lo han Querido. Pero antes tendré que cargar un poco las baterías, como si fuera un puto teléfono móvil. Ayer, por ejemplo, tuve que recurrir a un refrito para seguir con la página al día, pues el Asesinato en 8 mm. (aunque actualizado convenientemente), fue una crítica que, hace tiempo, publiqué en una revista ya desaparecida.
Espero, con un poco de suerte, poder ver la película de Lucas el próximo jueves, igual que la citada Tapas. Sesión doble, como las de antes, en esos entrañables cines de barrio, en los que por cinco duros te tragabas una del James Bond y otra de la Bárbara Rey, enseñando cachas, antes de enrollarse con el Ángel Cristo.
… Me parece que me estoy quedando sobado...
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