He pasado un fin de semana imbuido en el estudio sesudo de la programación para los acreditados de prensa, montando mil y un cambalaches para poder ver el máximo de películas posibles, ya que me será imposible asistir a todas las proyecciones por motivos laborales. Y les puedo asegurar que, mirada con lupa y acompañada de la magnífica banda sonora de Los Increíbles como fondo musical (maravillosa película de la cual les hablaré mañana mismo), el Festival de este año promete. Y promete mucho. Como podrán ustedes entender, a partir del jueves, día en que dan el pistoletazo de salida en ese certamen, y durante una semana larga, no les podré postear a diario. Pero si que les intentaré ir informando puntualmente, cada dos jornadas como mínimo, para mantenerles al día de la actualidad fantástica en ese encantador (aunque helado) enclave mediterráneo. Ya saben, entre mi cuñado Absence (fiel a esa cita igualmente) y un servidor, podrán estar a la page de todo lo que allí acontezca.
Con la mente ya medio colocada en Sitges, hoy he bajado a buscar el diario. Y, curiosamente, con El Periódico de Catalunya y por 6 euros, he podido pillar la edición en DVD de una película que, en su día, vi en ese Festival. Se trata de la trepidante Amor a Quemarropa, la de Tony Scott, con guión de Tarantino y protagonizada por Patricia Arquette y Christian Slater. Pues bien, ese día en concreto, experimenté, por unos momentos, el placer secreto de orinar como las estrellas.
El Auditorio del Festival de Sitges
Les cuento. Era un domingo por la tarde. El Auditorio del Hotel Melià-Sitges, centro neurálgico del certamen desde hace unos cuantos años, estaba abarrotado. Cientos de jovencitas aullaban para ver a su ídolo, pues habían asegurado la presencia en la sala de Christian Slater. Faltaban pocos minutos para empezar la película y, en el aforo, ya no cabía ni un alfiler. Y yo, como es habitual en momentos extremos, me estaba meando. Por mi mente pasó el rostro sudoroso y angustiado de Hrundi V. Bakshi (o sea, para aclararnos, Peter Sellers en El Guateque) y decidí ausentarme de la sala por unos instantes, en busca de los servicios. El hall estaba vacío, no quedaba ni un alma fuera del cine. Miento, pues en realidad dos tiparracos altísimos, cuadrados y sospechosos bloqueaban el acceso a los lavabos. Otra imagen cinéfila cruzó por mi cabeza, viajando hasta Único Testigo, película en la que dos tipos degollaban a un tercero ante la mirada desorbitada del pequeño Lukas Haas. Me armé de valor y me dirigí hacia ellos. Antes mejor un acto heroico que una meada a destiempo. Uno de ellos me alzó la mano, simulando la señal internacional de stop. Ni corto ni perezoso, eché mano de mi acreditación de prensa (aquella en la que sale una foto nuestra en la que siempre nos parecemos al cerdito de Sanders) y se la mostré como si se tratara de una placa policial. No intercambiamos ni una palabra, todo muy mimético. El tipo se la miró, me observó seriamente y se apartó de la puerta, dejándome entrar. Me encaminé hacia los urinarios. Allí estaba otro haciendo lo mismo que pretendía hacer yo. Por curiosidad, me coloqué en el mingitorio libre a su derecha y esbocé uno de esos hola que más pareció un susurro prehistórico que un saludo (como ocurre siempre en estos lugares). El hombre espetó un claro hello. Miré de reojo y descubrí estupefacto que estaba orinando en compañía de Christian Slater.
Con un poco de suerte, este año hago lo mismo al lado de Darth Vader o Boba Fett, los únicos representantes galácticos en esa cita que allí tienen los seguidores de Star Wars.
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Comentarios recuperados de HaloScan (a 23/03/2005)
¡Caray, señor Sparring, qué tremendo anecdotario tiene usted! Micciona con Christian Slater, es atacado por la espalda por Ramon Colom, se le confunde con Del Toro... Ante el horizonte gris y rutinario de mi vida, no puedo menos que envidiar sus aventuras. Ojalá pueda contarnos nuevos episodios con Paul Naschy y los de Tatooine. Le deseo que disfrute del Festival, aunque con mesura. ¡Qué suerte tienen algunos!
Kobayashi 11.29.04 - 1:05 pm #
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Pues hablando de Paul Naschy... ¡tambien tengo una anécdota con ese hombre y en ese Festival, precisamente!
Spaulding Homepage 11.29.04 - 1:19 pm #
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¡No me diga! ¡Con el Hombre Lobo Hispánico nada menos!¡Cuéntenos, cuéntenos! No nos tenga en ascuas.
Kobayashi 11.29.04 - 4:54 pm #
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jajajaaa Eso de mear con famosos seguro que es mejor que conseguir sus autografos. Que disfrute del festival y vuelva cargado de críticas.
Woed Homepage 11.29.04 - 5:38 pm #
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Lo de Paul Naschy, amigo Koba, me lo guardo para otra ocasión. Le aseguro que es una historia tambien curiosa... Por cierto, este año Naschy vuelve de nuevo a Sitges.
Woed, tengo la impresiónque este año, como posible broche final en la directiva de Angel Sala, será un año espléndido y ese hombre, el Sala, pasará a la historia del certamen como el personaje que consiguió devolverle a Sitges ese aire fantástico que otros, en cuatro días, arrebataron totalmente.
Spaulding Homepage 11.29.04 - 6:19 pm #
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Iba a decirle que qué pena no haberse encontrado con la Arquette en vez de con el Slater, pero dadas las circunstancias en que tuvo lugar el encuentro, mejor el Slater ( ¿se imagina encontrarse a Patricia Arquette meando allí de pie a su lado? ).
Andrés Homepage 11.30.04 - 9:58 am #
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¡Ah, y a pasarlo bien en Sitges!
Andrés Homepage 11.30.04 - 9:58 am #
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Hubiese sido un impacto eso de la Arquette, ciertamente, aunque, de todas maneras, hubiera sido mejor ella.
En Sitges, intentaré pasarlo lo mejor posible, aunque un Festival siempre acaba agotando a uno, física y mentalmente hablando.
Spaulding Homepage 11.30.04 - 10:17 am #
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Si lo que nos preguntamos es...
¿Le tendió la mano?
Jónatan S. Homepage 12.01.04 - 10:26 pm #
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No, la verdad es que no le dí la mano. Lo que sí les puedo asegurar es que, el muy guarro, después de mear, no se lavó las manos. Posiblemente haga como Torrente, y se las lave antes de orinar, para mantenersela totalmente llena de microbios e impurezas.
Spaulding Homepage 12.02.04 - 8:10 am #
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