Dispuesto a crakear furibundamente ambas series, él solito ha montado, en un solo film, una secuela de Depredador y una precuela de Alien. Me explico: todo lo que hace referencia al extraterrestre rastafari (aquel que se enfrentaba a Arnold en plena selva) es, cronológicamente hablando, posterior a la acción en que se situaban sus dos títulos anteriores; en cambio, en cuanto a Alien, se coloca unos cuantos años antes de lo que acontecía en la millonaria tetralogía.
La historia, por supuesto, no tiene ni pies ni cabeza. Al tal Anderson parece que le cuesta urdir una trama mínimamente aceptable y, por ello, como única excusa argumental, me pilla a un grupo de expedicionarios, comandado por el ambicioso y multimillonario Charles Bishop Weyland (el que después sería reciclado en androide en Aliens, con el mismo careto de un arrugado Lance Henriksen) para hacerlos viajar hasta la Antártida y desenterrar, de bajo los hielos, una pirámide nunca descubierta hasta ese momento, una edificación -al parecer- única, construida al unísono tres culturas distintas. Las razones reales por las que el tal Bishop monta el viajecito no están nada claras, aunque eso, a su guionista, parecen importarle un bledo. La cuestión es que, al llegar al lugar, se encuentran con un jaleo de mucho cuidado, en el que aliens y depredadores campan totalmente a sus anchas, enfrentados entre sí y utilizando a los recién llegados como mera carnaza. Aunque, de golpe y porrazo (¡Deux Ex Machina!) todo parece tener una explicación lógica que, un tanto sacada de manga y gracias a unas inscripciones extrañas leídas en una tabla, narra uno de los aventureros directamente al espectador. Y a partir de este punto, en pantalla, ya puede ocurrir de todo.
Y, en realidad, hay un poco de todo. De todo y mal, pues para empezar, a la película, le cuesta muchísimo entrar en materia, invirtiendo casi una hora de sus escasos 100 minutos de metraje en presentarnos a sus personajes principales, tan patéticos, del primero al último, como el producto en si mismo (será para no desentonar, digo yo). Y, todos ellos, son cargántemente estereotipados: el científico tontolabas, el arqueólogo guaperas, el cínico mecenas y la aguerrida escaladora (el alter ego de Ripley), entre otros.
No sólo resulta pesada en esta interminable presentación, sino que, cuando entra a saco en la esperada batalla campal, se me antoja ridícula y muy poco respetuosa con sus antecedentes, pues la saga Predator queda totalmente descompensada, ya que esta especie de rastas alienígenas parecen aceptar, humildemente, el dicho ese que vaticina que, en el mundo de la política (y en la guerra), se hacen extraños compañeros de cama. Y de esta alianza, cercana a las pretensiones de La Bella y la Bestia, no creo que se sientan muy orgullosos ni Schwarzenegger ni John McTiernan, los principales artífices del bichejo. No contento con todo ello (como si no tuviéramos suficiente), el tal Anderson no quiere quedarse a la zaga de otros realizadores modernillos como él y, para ello, se atreve incluso a que uno de los aliens más clásicos, uno de los hijos de H.R. Giger y Carlo Rambaldi, se monte un espectacular salto en el más puro estilo Matrix. ¿Adónde hemos llegado?
Después de Alien vs. Predator y habiendo repasado el resto de la filmografía de este hombre, he llegado a la conclusión de que la correcta Horizonte Final se la hizo un amigo o, bien, en esa época, había dejado la medicación a un lado.
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Comentarios recuperados de HaloScan (a 23/03/2005)
Bueno, es el mismo Paul Anderson de Shopping, ¿no? Ésta no estaba mal del todo.
J. P. Bango Homepage 11.27.04 - 3:20 pm #
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A mi Shopping, no me acabó de convencer en absoluto. La única que me gusta de Anderson es Horizonte Final.
Spaulding Homepage 11.27.04 - 5:56 pm #
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Prescindiendo de los valores de la película, y puestos los dos alienígenas uno al lado del otro, me decanto por la belleza del alien de Giger. A mí, el predator me recuerda a Bob Marley hinchándose de cigalas.
Kobayashi 11.29.04 - 5:19 pm #
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Bob Marley o, como dijo Batlle-Caminal desde "La Vanguardia", Carlinhos Brown.
Spaulding Homepage 11.29.04 - 6:23 pm #
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Como fan de las 2 sagas, esta me pareció una película totalmente innecesaria y que no aporta nada nuevo a ninguno de los 2 monstruitos.
JB 11.30.04 - 6:34 pm #
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Al contrario, ¡los machaca!
Además, si es una precuela de Alien (ocurre cientos de años antes), porqué narices en el primer Alien, el de Scott, se preocupan para que el bichejo no pueda llegar a la Tierra... si en realidad hace cientos de años que pulula ya por ella. O sea, que esta peli, el Alien vs. Predator, es una bobada como un templo.
Spaulding Homepage 11.30.04 - 7:21 pm #
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Y por seguir la juerga voy yo y digo que "Freddy vs. Jason" le da hondas con sopa a aquesta peli.
Como esta el patio, mare de deu.
Jónatan S. Homepage 12.01.04 - 10:22 pm #
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¿Quiere creer, Shark, que no he visto el "F. vs. J."? La verdad es que, tanto de una saga como de la otra, me apeé hace ya bastante tiempo y, como es lógico, en nada me motivo el estreno de este "esperado" encuentro.
Spaulding Homepage 12.02.04 - 8:07 am #
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Pues... mucho respeto por los personajes (Incluido Jason que desde el final de la VIII volatilizó su continuidad) y poco interés por los humanos en general. Algunos guiños a los seguidores de la saga, un algo de humor bruto y poco más.
Que ya es más de lo que ofrece esta peli.
Jónatan S. Homepage 12.02.04 - 1:04 pm #
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