¿Fútbol o vampiros?

Inmerso ya en la vorágine que supondrá, en tan sólo un par de semanas, verme inmerso en una nueva edición del Festival Internacional de Cinema de Catalunya (aka Cine Fantástico y de Terror), y aprovechando la entrada de un prometedor fin de semana (con derbi futbolístico incluido), tenía un par de opciones para colgarles hoy en la red. Por un lado, hablarles de la relación entre el cine y el fútbol; por el otro, recurrir a alguna película de género fantástico descubierta en el seno de ese festival. La primera, he de serles sincero, me ha dado una pereza de mucho cuidado, pues por mi mente han pasado títulos tan plomizos y olvidables como Evasión y Victoria (esa cosa del Huston, con el Pelé y el Stallone enfrascados en un partido contra el ejército nazi) o La Vida Sigue Igual (¿a quién le interesa, hoy en día, la vida de un portero del Real Madrid, de nombre Julio Iglesias, que tuvo que olvidar su carrera deportiva tras un accidente automovilístico que le dejó las manitas chamuscadas?). Por tanto, la segunda opción me ha parecido más prometedora, por lo que, ni corto ni perezoso, he rebuscado en las entrañas de mi disco duro para recuperar una crítica que, en su día, publiqué en una revista barcelonesa ya desaparecida. La película se proyectó en el Festival de Sitges, hace unos tres años, y llevaba por título La Sombra del Vampiro, un producto ciertamente interesante. Ahí, a continuación, tienen el refrito (actualizado, dentro de lo que cabe).

La Sombra del Vampiro significa una sencilla y genial ópera prima; un magnífico, original y gran homenaje, sin ningún tipo de pedantería y con mucho sentido del humor (y del terror, también), a uno de los films fantásticos más considerados de todos los tiempos, el Nosferatu de Murnau. El hilo argumental de La Sombra del Vampiro se remonta a un extendido rumor, creado por la misma productora de Nosferatu, en la fecha de su estreno, 1922, en el que, haciendo una exclusiva referencia a la verdadera condición de su protagonista, un tal Max Schreck, se afirmaba que el tipo en cuestión era un vampiro real, de carne y hueso.

La cinta del debutante E. Elias Merhige se centra en el rodaje de la primitiva Nosferatu y, ante todo, en la extraña relación que se creó entre Murnau, el realizador de la misma (interpretado por un metódico Malkovich), y el sombrío Schreck, un vampiro sediento de sangre y dispuesto a satisfacer sus irrefrenables ansias con los miembros del equipo cinematográfico.

Partiendo de esta base argumental, lo mejor del producto se encuentra en el brillante y trabajado retrato de una sociedad y un tiempo muy concretos y, sobre todo, en el peculiar sentido del humor que rodea a esa historia mal sana y oscura, consiguiendo sus mejores momentos en las escenas en las que el realizador alemán, un tanto alarmado, intentaba apaciguar los deseos más profundos de su vampírico actor.

Un incomparable Willem Dafoe, en la piel de Max Schreck (aka Nosferatu), nos deleita con una de sus mejores interpretaciones, moderada y terrorífica a la vez, siendo tan sólo capaz de desmadrarse en una única ocasión; concretamente en esa en la que el actor, incontrolado ante la silueta dormida de su teórica amante, parece verse poseído por el espíritu de un dantesco Chiquito de la Calzada, convirtiéndose -por breves segundos- en el mismísimo Nosferaturrr.

Resumiendo, La Sombra del Vampiro supone una envidiable ficción sobre un mítico rodaje que, haciendo gala de un estilo nada recargado y exento de irritantes segundas lecturas, nos ofrece un mesurado e intimista espectáculo, ideal para cinéfilos con memoria histórica y amantes del fantástico en general. Toda una lección de buen gusto dirigida a paladares exquisitos.
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Comentarios recuperados de HaloScan (a 14/03/2005)

Gran película, la tengo en dvd, como no. Es una película del género vampiríco algo inusual que me soprendió y fascinó a la vez. Malkovich y Dafoe están geniales.
Woed Homepage 11.19.04 - 11:23 pm #

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Veo que usted también es un buen coleccionista de DVD's. Mi problema es que ya no se donde ponerlos!!
Spaulding Homepage 11.20.04 - 5:56 am #

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Haga como yo: forre las paredes con las cajitas. Caben unas 25 por metro2,
y tienen 2 ventajas: resaltan por su bello colorido, aunque un tanto abigarrado, y constituyen un aislante térmico y sonoro de primera. Total, unos pocos centímetros menos de comedor,¡ y ya está!
Kobayashi 11.20.04 - 11:19 am #

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Sigo sus consejos, don Kobayashi, y mi mujer, siempre muy cabal ella, me expulsa de casa.
Spaulding Homepage 11.20.04 - 12:52 pm #

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A mi los dvd aún me caben en una estanteria del comedor. El problema lo tengo con las películas en divx que tengo más de 800 y no se donde poner ya los estuches donde las guardo.
Esto del coleccionismo requiere cierto espacio y a juzgar por como está el metro cuadrado, creo que viviré con mis padres por una buena temporada. A mi novia la tengo contenta, estas pelis serán nuestra única distracción para cuando nos metamos(que no creo)en una hipoteca.
Woed Homepage 11.21.04 - 3:18 am #

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Yo Dvix no tengo, pero VHS y DVD ni le cuento....
Spaulding Homepage 11.21.04 - 6:39 am #

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Señor Woed, haga lo que yo, que almaceno los divx (y en general, todo lo que me trae mi mula) en dvds de datos. Piense que cuatro gigas y pico dan para unas cuantas películas.
gideon stargrave 11.21.04 - 8:17 pm #