Una ceremonia correcta, sobria y concisa. Algo está cambiando en la Academia. Y la prueba de ello, en contra de todo pronóstico, ha sido el Oscar a Mejor Película a la espléndida Crash. Un premio merecidísimo e inesperado. La verdad es que lo he celebrado más que un gol de Ronaldinho tras un pase de Messi.
Good Night. Me voy a la cama, que ya toca. Esta tarde habrá más.
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