7.2.11

EN RESUMIDAS CUENTAS: ¡Vaya par de chorradas!

Espías jubilados, complots perpetrados desde el corazón mismo de la CIA, cantidad de explosiones, tiroteos varios y una larguísima sarta de chorradas son los principales ingredientes de RED, la adaptación cinematográfica que de la novela gráfica de Warren Ellis y Cully Hamner ha realizado Robert Schwentke, el responsable, entre otros títulos, de Más Allá del Tiempo y Plan de Vuelo: Desaparecida.

Bruce Willis, Morgan Freeman, John Malkovich y Helen Miren componen el cuarteto de ex espías que dejarán atrás su retiro profesional para volver a la primera línea de acción a petición del primero de ellos, el cual ha visto amenazada su vida justo en el momento en que acababa de hacerse con una novieta más joven que él (una apayasada Mary-Louise Parker). Un asunto del pasado quiere pasarle justicia y, entre todos, deberán darle un giro a la historia para destapar los trapos sucios de la organización gubernamental que les tuvo contratados.
RED (siglas inglesas de lo que aquí traduciríamos como “retirados extremadamente peligrosos") no es más que una chorrada descomunal montada, única y exclusivamente, para el lucimiento de sus envejecidos protagonistas. Un poco siguiendo la estela iniciada por Stallone con Los Mercenarios, aunque dejando entrever una clara falta de inspiración y una ausencia total de guión. Todo el cotarro se basa en cuatro chistes baratos (y previsibles) sobre la avanzada edad de sus protagonistas y en un sinfín de efectos especiales para adornar las innumerables (e interminables) escenas de acción.

Un despropósito de proporciones descomunales del que tan sólo me atrevo a destacar la presencia (casi fugaz, aunque totalmente emblemática) de Ernest Borgnine: lo mejor de la película sin lugar a dudas. El resto, resulta de una ineptitud tremenda. Imagínense lo que llegaron a estrujarse el cerebro sus dos guionistas (Jon y Erich Hoeber) cuando decidieron bautizar al personaje interpretado por Helen Mirren con el nombre de Victoria: todo un alarde de ingenio que les dejaría agotados para el resto de sus días.

Sencillamente, no pierdan ni un minuto con esta cinta. Hay cosas mejores que hacer antes que ver a un grupo de abueletes dando tumbos y armados hasta las muelas.

Otra gran animalada, sin pies ni cabeza, es The Green Hornet, una sátira de lo más burdo sobre la serie televisiva homónima que, en los sesenta, popularizará a la figura de Bruce Lee en los EE.UU. Antes, en los años 30, había sido serial radiofónico e incluso, posteriormente, sus personajes llegaron a pasearse por el mundo del cómic.

Ahora, un Michel Gondry en horas bajas, ha acercado a sus protagonisas y a su particular universo hasta la gran pantalla. Britt Reid y su ayudante Kato ya tienen su rinconcito basura dentro del Séptimo Arte. El primero, como hijo adinerado de un mecenas de la prensa recién fallecido; el segundo, como un oriental que, empleado como chófer del difunto padre, pasará a convertirse en la mano derecha de Britt en el empeño de éste por luchar contra el crimen fingiendo ser un delincuente más.

Al igual que RED, el guión brilla por su ausencia. Las burradas de un cargante Seth Rogen, la sin razón de su (ridiculísima) trama "pseudopoliciaca" (por llamarla de algún modo) o sus descontroladas y nada atractivas escenas de acción (filmadas con la única intención de aprovechar al máximo el sistema 3D), conforman gran parte del cuerpo central del producto. A un lado, allí aislada, queda Cameron Díaz, luciendo claramente de mujer florero y poco más.

Nada; que no hay nada más allá de los ademanes y la voz altisonante del Seth Rogen, de las hostias marciales de Kato (¿debe ser apriente del Kato del inspector Clouseau?) o de los chutes de botox de una asiliconada Díaz. El vacío total; la gran chorrada. Como un nuevo Batman, pero en patético. ¡Que pena da ver metido en medio del asunto a Christoph Waltz, el nazi de Malditos Bastardos! A veces, ganar un Oscar, se convierte en un arma de doble filo


No hay comentarios: