18.2.11

No todo el monte es orégano

Nominada a 4 Oscar: mejor película, actriz principal (Jennifer Lawrence), actor secundario (John Hawkes) y guión adaptado. Y aquí, en España, como somos muy quijotescos, va y la estrenamos casi de tapadillo, en poquísimas salas, cuando se trata de un muy buen film que, por su dura temática, se ha colado milagrosamente entre los 10 films que optan al preciado galardón hollywoodiense de este año. Su título, Winter’s Bone.

Una historia dura y triste, muy triste, a veces escalofriante. Escenarios grises, en los que la suciedad y la dejadez campan a su aire. Personajes desarraigados, incultos, salvajes como la propia naturaleza que les rodea. La América profunda no es moco de pavo y Debra Granik, su directora, retrata ese microcosmo enfermizo con una frialdad rotunda.

Ree Dolly, una joven de 17 años (excelente y sorprendente Jennifer Lawrence), se alza como el personaje conductor del film: ella sola deberá hacerse cargo de sus dos hermanos menores y de su madre enferma tras la desaparición de su padre, un hombre que siempre ha salido adelante a base de trapicheos, tráfico y cocinado de drogas incluido. La búsqueda del padre por parte de ella se convertirá en una realidad acuciante. Sin la presencia de éste en los juzgados, podrían perder la barraca en donde viven, ya que durante su última estancia en prisión la dejó como fianza para obtener la libertad condicional.

Un melodrama y un thriller al mismo tiempo. Un retrato agónico y estremecedor de los habitantes de una tierra que se rigen por sus propias normas. Una mafia diferente a la que el cine y la televisión nos han mostrado a través de El Padrino o Los Soprano. Su negocio son las drogas y la ley del silencio su precepto sagrado. Viven en las montañas de Ozak, en el Missouri. Las fuertes ligazones consanguíneas que se han establecido entre ellos, marcarán el peculiar y dificultoso camino iniciado por la joven Ree Dolly para descubrir que narices le ha sucedido a su ausente padre.

Una cinta desgarrada, de clanes familiares no declarados y de un montón de personajes proscritos a los que el mundo les ha dado la espalda. El miedo y la inseguridad, las principales sensaciones de Ree Dolly, una joven que se ha convertido en toda una mujer antes de tiempo. Y allí, potenciando la turbación de la chica y transmitiéndola directamente al espectador, se sitúa la inquietante figura de Teardrop, el tío de Ree. El recelo que difunde la presencia de este personaje bien le ha valido a John Hawkes la nominación a mejor actor de reparto.

Si no saben como se despelleja una ardilla para comérsela enterita, Winter’s Bone les servirá de imprecindible manual de ayuda. Una pequeña joya del cine independiente: a veces no es necesario entrar en muchos detalles para que el espectador lo entienda todo. Y ello sin tener que recurrir a simbologías de tres al cuarto.

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