31.8.06

Madrid pierde a su sheriff

Una de las grandes leyendas cinematográficas murió ayer, en Beverly Hills, a los 90 años de edad. Se nombre era Glenn Ford, un actor que pasó a la historia del cine por abofetear a una mujer. Estuvo acreditado en muchos de los títulos clásicos del cine negro y del western y, a pesar de esa cara de palurdo recién llegado a la ciudad, siempre dio vida a tipos duros y seductores. No se trataba de un actor excelente pero, a pesar de ello, su presencia llenaba las salas de palmo a palmo. Fritz Lang, Charles Vidor, Vincente Minnelli, Delmer Daves, Frank Capra o Anthony Mann, entre otros prestigiosos realizadores, siempre contaron con él para sus proyectos. Su rostro era tan habitual en el cine y en la televisión, que hoy tengo la triste impresión de haber perdido a un familiar cercano.

Gilda, Los Sobornados, Deseos Humanos, El Tren de las 3:10, Un Gángster Para un Milagro, Furia en el Valle o Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis, son sólo algunos de los títulos más representativos de entre el más del centenar en los que intervino. Uno de sus últimos trabajos para la gran pantalla fue ejercer de padre adoptivo de Christopher Reeve en Superman. Después de ello se dedicó, casi en exclusiva, al mundo de la televisión, campo en el que, en los años 70, ya se había consolidado como el sheriff de Madrid para la serie Sam Cade.

Descanse en paz.

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