Filmada a medias entre Nueva York y San Francisco,
Blue Jasmine nos devuelve a un Woody Allen en plena forma; un Woody Allen comparable
a sus mejores films. De hecho, su último trabajo, posee reminiscencias de sus
mejores obras. La mala leche que por momentos destila recuerda a la magistral Delitos y Faltas, ya que se trata de un melodrama, con pequeños toques de comedia,
ambientado en plena crisis mundial y rodado, por tercera vez en su filmografía, en formato scope (tras Manhattan y Todo lo Demás). El retrato de una mujer al límite, a un
punto de la locura, que quiere empezar una nueva vida, aunque sin renunciar por ello a
los placeres y lujos de los que se había rodeado hasta el momento.
Su nombre es Jeanette, aunque se hace llamar Jasmine,
por su exotismo y porque opina que tiene más enjundia. Estaba casada con un
millonario; un especulador y adúltero de mucho cuidado a quien el fisco le
importaba una mierda. Residía con su marido en una deslumbrante finca
neoyorquina, con todos sus gastos y caprichos pagados. Pero algo se rompió en el camino. Perdió su matrimonio, sus bienes gananciales y se
quedó en la ruina más absoluta. Ahora toca comenzar de nuevo, sola y sin un puto dólar en el bolsillo. Su punto de partida es la ciudad de San Francisco, lugar al que
acude para vivir de gañote durante una temporada en casa de su hermanastra,
mientras busca empleo y un maromo con posibles. Odia su actual situación y la
poca clase que denota su hermana, tanto por los hombres de los que se rodea
como de su mínimo poder adquisitivo. Y está decidida a lo que sea necesario con
tal de salir del suburbio y del apartamento en el que habitan, aunque sea a
golpes de pastillas y vodka.
Jasmine es Cate Blanchett; una Blanchett
fenomenal, capaz de llevar su papel hasta extremos increíbles sin perder jamás
la compostura y lindando, en todo momento y de forma genial, con un
histrionismo que por suerte nunca llega. La medida interpretativa justa para
dar vida a una mujer marcada por sus enfermizas ganas de aparentar lo que ya no
es y que, agobiada por sus recuerdos, se sitúa tan sólo a unos centímetros de
perder la razón. Una interpretación insuperable, digna de Oscar, que supone
todo un regalo para las intenciones de Woody Allen. Sencillamente espléndida.
Una película triste, divertida por momentos, que el cineasta ha construido con una delicadeza exquisita. A pesar de centrar la
atención en el personaje de Jasmine, a quien mima de forma especial, no olvida
en ningún momento a los que están a su alrededor y que les toca soportar
las insolencias de una mujer ambiciosa y egocéntrica, como ocurre con su sufrida
hermanastra (perfecta y graciosa Sally Hawkins) o, entre otros, el compañero
actual de ésta, un desprendido Bobby Cannavale asumiendo el rol de un machito
un tanto cazurro.
Y allí, en otro nivel, el siempre efectivo Alec
Baldwin en la piel de Hal, el marido crápula y especulador; un esposo al que
siempre se muestra a través de varios flash backs que, insertados a la largo de
su metraje a modo de pequeñas piezas de un rompecabezas, ayudan al espectador a
componer mejor la personalidad y la situación actual de Jasmine.
Por fin, Woody Allen ha dejado atrás su irregular y cansino
periplo europeo (espero que para siempre) y, desde su país natal, ha vuelto a
ofrecernos una obra maestra más. Una montaña rusa de sentimientos y sorpresas,
llena de diálogos y situaciones inteligentes y dotada de una elegante sensibilidad a la hora de trazar uno de los mejores personajes femeninos de su dilatada
filmografía. Y es que quien tuvo, retuvo.
5 comentarios:
El idiota del Boyero dice que es la peor película de Allen de todos los tiempos. Yo me decanto más por su opinión, don Spa. Es que últimamente me ha dado por apoyar al pequeño comercio y pasar de las grandes superficies con mucha promoción.
Cómo debe ser, hombre.
Hágame caso. Blue Jasmine es una delicia. Ya tenía yo ganas de que Woody Allen centrara un poco la cabeza.
Otra confirmación de que a los críticos como Boyero no hay que hacerles ni puñetero caso. Menos mal que le tengo a usted como crítico de cabecera desde hace casi diez años, maese Spaulding. Mi santa y yo la vimos ayer y, aunque ya el avance anticipaba que iba a ser durilla, no pensamos que fuera tanto. La Blanchet está que se sale por todos los lados, y Allen realiza un trabajo narrativo con escenas alternadas que está realmente bien.
P. D. "Medianoche en París" estaba bastante bien. Esos cuadros de ciudad le salen "asegún" sea la materia prima. Evidentemente, allí donde planta la Pe la cosa ya se tuerce.
Por fin recuperamos las excelentes críticas de Mr. Spaulding, todas... Le veo en plena forma, a través de sus críticas... Gracias una vez más y saludos,
J.
*) Blue Jasmin: se hace llamar Jasmin, pero se llama Jeanette, no Judith...
Tiene usted toda la razón con lo de Jeanette por Judith. Se acaba de ganar un Gallifante, buen hombre.
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