Para muestra un botón. Fíjense bien en los posters siguientes. En todos, menos en un par, Ava Gardner, a punto de derritirse, está recibiendo un arrumaco por parte de un tipo que, desde su espalda, la abraza lascivamente por debajo de los pechos...
Como han podido apreciar, en España, los señores de la tijera, la moral y las buenas costumbres (siempre pensando en el españolito de a pie), obligaron al macho calentorro a separarse del cuerpo de la Gardner, dejando a la pobre mujer en solitario y con la misma postura. ¡Faltaría más! En nuestra piel de toro, en esa época, sólo se follaba para procrear...
Siempre nos queda el consuelo de que en Italia, ese país con forma de bota, fueron tan gilipollas como nosotros y también enviaron al pervertido de marras a freir espárragos.
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