Normalmente, todos tenemos algún que otro clásico en la estantería de casa que nunca hemos visto. Ese es mi caso con varias películas, antiguas y modernas, que no he podido revisar nunca. Normal, el tiempo no da para todo (a no ser que usted sea Jack Bauer). Personalmente, me cuesta enfrentarme con ciertas películas, bien sea por dejadez o por temor a encontrarme ante un verdadero bodrio.
Pues bien, el otro día, ni corto ni perezoso, decidí ver Pal Joey, una cinta de finales de los 50, dirigida por George Sidney y con Frank Sinatra, Rita Hayworth y Kim Novak. Como diría el “gran” Carlos Pumares, con voz aguda e incordiante, “¡esa es la grandeza del cine!”.
He de reconocer que la tenía arrinconada desde hace tiempo debido a su condición de musical. Ante todo, debería aclarar que los musicales me gustan (no con locura, pero me gustan), aunque siempre se me hace difícil encontrar un huequecito para ellos (cosas de la psique, digo yo). Pues nada, que, como decía, saqué de la estantería la edición en DVD, puse en marcha el reproductor y me arropé en el sofá.
La verdad es que la película está francamente bien. Una historia sencilla (cantante mujeriego que navega entre dos mujeres, una viuda madura y una jovencita tentadora, dejándose llevar siempre por sus intereses más personales) que, sin descubrir nada nuevo, te atrapa en su pequeño universo y lega a la historia del cine algún que otro momento antológico, como el de Sinatra entonándole a Rita Hayworth, de manera insolente, eso de The Lady Is a Tramp. Maravilloso.
Entretenida y cínica, contiene números musicales inolvidables. Esto último es sencillo, teniendo a Sinatra como vocalista, a los soberbios Rodgers & Hart como letristas y compositores y al insuperable Nelson Riddle como arreglista y conductor musical. Además, por suerte, estos temas no están integrados en la acción del film, sino que transcurren en el escenario de un pequeño cabaret de San Francisco (tal y como hiciera, bastantes años más tarde, Bob Fosse en su magistral Cabaret). Y digo por suerte porque, generalmente, siempre queda bastante ridículo eso de que un tipo se meta a cantar, de golpe y porrazo, en medio de una carrera de caballos, por poner un ejemplo. Solo una escenita de esas contiene Pal Joey, en la que una envejecida Rita Hayworth canta el estándar Bewitched. Perdonable.
Lo que ya no es tan perdonable es lo que ha hecho la TriStar-Columbia en su edición de DVD para zona 2 ya que, literalmente (y perdónenme la expresión), se ha cagado en todos nosotros. La calidad de imagen es buena, respetan el formato (edición anamórfica) y tiene un sonido remasterizado excelente. Lo peor y más ofensivo es que no han subtitulado ni un puto tema musical (¡suerte que todos sabemos lo que significa the lady is a tramp!) y, por si fuera poco, en su último cuarto hora, se olvidan cada dos por tres de subtitular los diálogos de la película, por lo que no queda más remedio que recurrir al doblaje español en busca de auxilio. Una verdadera vergüenza.
Esta misma editora hizo exactamente un tanto de lo mismo en su lanzamiento de Mejor... Imposible. Deben de tener un subtitulador manco o borracho...
Pues eso, que vigilen con los señores de TriStar-Columbia.
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