Aún con la pata chunga, reemprendo la información sobre el pasado festival de Sitges 2011 y, concretamente, con la traca final, la del sábado 15 de octubre. Por la mañana, a primera hora y en pase de prensa, pudimos ver el film que por la tarde y en sesión de gala clausuraría el certamen, The Thing. Si La Cosa de John Carpenter ya era un remake de El Enigma de Otro Mundo de Christian Nyby y Howard Hawks (aunque este último sin acreditar), el The Thing de 2011 es una precuela del título de Carpenter. Dirigida por el holandés Matthijs van Heijningen Jr., la película repasa los hechos acaecidos en una expedición noruega en la Antártida días antes de los sucesos plasmados anteriormente por el realizador de La Noche de Halloween; o sea, el descubrimiento de una nave espacial enterrada en el hielo desde hace más de cien mil años y el despertar de una de las criaturas que la tripulaban. Sin aportar nada nuevo al género ni a la (ya mítica) cinta de Carpenter, sin embargo se trata de un trabajo entretenido, filmado con vigor y dotado de buenos efectos especiales y de un curioso final (insertado a mitad de los títulos de crédito) que empalma directamente con su precedente cinematográfico. Así que ya lo saben: a esos impacientes que huyen raudos de la sala con el primer crédito les tocará esperar un poco para conocer su verdadero desenlace.
La mañana prosiguió con un thriller muy en la línea de los que se realizaban en los años 70, Drive, un producto duro y compacto que retrata los avatares por los que pasará un experto conductor tras colaborar en un atraco que finaliza de la peor manera posible. Un guión de envergadura, narrado con pausa y aderezado con febriles y contundentes golpes de violencia, envuelve la meticulosa dirección de Nicolas Winding Refn, un holandés afincado en los Estados Unidos. Atención a sus escenas de acción (encomiable la manera clásica y sin aspavientos de acercarse a las persecuciones automovilísticas) y a la modélica interpretación de su protagonista principal, Ryan Gosling, secundado a la perfección por gente como Carey Mulligan o Ron Perlman, este último un malo maloso (de los de antología) que, en su primera aparición en la pantalla del Auditorio, recibió un clamoroso aplauso por parte del público. Cine negro del de toda la vida, con mafias chungas y un héroe con visos de perdedor. De entre lo mejorcito del festival.
Y ya, como gran explosión final, el film (en este caso programado como sorpresa) que por su inusitada violencia provocó diversidad de opiniones en el pasado festival de San Sebastián, el controvertido Killer Joe de William Friedkin, todo un clásico del thriller de los 70 que, en esta ocasión y tras cinco años alejado de la gran pantalla, regresa con un producto visceral no apto para estómagos delicados. Un inspector de policía de New Orleans que ejerce de sicario profesional en horas libres y una familia disfuncional dispuesta a contratarlo para acabar con la vida de la madre, conforman los dos ejes principales sobre los que se aposenta uno de los trabajos más extremos del certamen. Humor negro y brutalidad desquiciada, muy en la línea de El Demonio Bajo la Piel; de una ferocidad tal que a veces hasta resulta imposible no desviar la mirada de la pantalla. Una especie de teatro de la atrocidad, filmado con un presupuesto mínimo, mucha inteligencia y contando con un inquietante Matthew McConaughey fuera de serie, el Killer Joe que da nombre al título del film y que, en un momento dado y en pleno crescendo narrativo, mantiene un pulso de lo más tenso con una Gina Gershon desconocida y de lo más machacada. Un excelente ejercicio de autor que, sin embargo, peca un tanto de teatralidad, problema este perdonable gracias a su contundencia argumental. En Estados Unidos se ha estrenado bajo el epígrafe de la maldita “X” y en España, por desgracia, aún no tiene distribución.
Un buen triplete para cerrar un certamen en el que se ha podido encontrar (y descubrir) un poco de todo. En el próximo y último post sobre Sitges 2011 el prometido off festival. Les dejo, voy a reposar la pierna.
No hay comentarios:
Publicar un comentario