La explosión de una bomba en un ferrocarril alerta a las autoridades de la posibilidad de una serie de atentados en cadena en la ciudad de Chicago. Para atrapar al causante del siniestro, desde las altas esferas de un cuerpo militar de élite se pondrá en práctica el llamado Código Fuente, un programa de alto secreto que permitirá a un marine viajar hasta el pasado y, metiéndose en el cuerpo de una de las víctimas, intentar descubrir al culpable. Para ello, sólo dispondrá de 8 minutos antes que el artefacto explosivo se active de nuevo.
Una estimulante y vertiginosa mezcla entre Avatar, Origen y la original comedia de Harold Ramis Atrapado en el Tiempo. De las dos primeras coge su parte de realidad virtual y de mundos paralelos y, de la tercera, su memorable bucle temporal. Su buen ritmo narrativo y un excelente dominio del suspense hacen que el resto funcione por si mismo. Al frente del cotarro y en la piel de un estupefacto marine se encuentra Jake Gyllenhaal, un actor todoterreno que, con este papel, logra resarcirse de su presencia en un título tan caótico y olvidable como Prince Of Persia. Vera Farmiga, con uniforme militar, y Michelle Monagan, desde el otro lado, lo secundan a la perfección.
Sin Límites es otro sugerente título plagado de coordenas cercanas al género negro y con muchas referencias al fantástico. Dirige Neil Burger, el mismo de El Ilusionista, y cuenta con el protagonismo de un sorprendente Bradley Cooper que, con este papel, se distancia un tanto de los papeles cómicos en los que, desde Resacón en Las Vegas, se le estaba encasillando. Como secundario de lujo cuenta con la presencia de un Robert De Niro que, sin lograrlo del todo, intenta huir del histrionismo con el que aborda sus últimos trabajos.
Un escritor sin inspiración descubre la NZT, una nueva droga que hará que su cerebro, en lugar de rendir el habitual veinte por ciento, se acelere hasta conseguir el cien por cien de efectividad, convirtiéndole en un literato prolijo y acercándole, de forma exitosa, al mundo de las finanzas de Wall Street. La dependencia de la NZT será total ya que, sin ella, se transforma en un hombre enfermizo y muy corto de reflejos físicos y mentales.
Cercana al Concursante de Rodrigo Cortés en cuanto a concepto visual y ritmo narrativo se refiere, Sin Límites abre a golpe de comedia para, aceleradamente, adentrarse en un drama intrigante y con varios golpes de efecto en su haber. Apoyándose en un guión sólido y bien explicado, la cinta resulta tensa y misteriosa, atrapa al espectador en su propuesta y plasma, con todo lujo de detalles, los cambios físicos y mentales de su protagonista en su proceso de adicción.
Un recomendable y atípico thriller que, al igual que Código Fuente, busca desmarcarse de la norma a través de una propuesta no muy habitual.
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