Con esta acercamiento al realizador Jaume Collet-Serra y a su última película, Sin Identidad, Spaulding’s blog inicia una serie de entrevistas cinematográficas realizadas por Victor Riverola, buen amigo y responsable principal del programa De la Terra a la Lluna de Punto Radio, espacio radiofónico semanal en el que colaboro todos los domingos al mediodía. Victor Riverola, junto a su esposa Jekaterina Nikitina, es fundador de Matterfilm, empresa especializada en la creación y producción de contenidos audiovisuales.
Sin más dilación, les dejo con el trabajo del amigo Riverola.
Al apagarse las luces y tras la aparición del logo de la Warner y las respectivas productoras, el espectador inmediatamente se deja seducir por las imágenes que desfilan ante sus ojos, gracias en parte a la credibilidad que transmiten Liam Neeson y January Jones. Es cierto que el inicio de Sin Identidad nos recuerda a la excelente Frenético de Roman Polanski, pero una vez dejamos atrás la escena de la llegada al hotel, las cosas se complican mucho mas que en el filme protagonizado por Harrison Ford.
Reconocido fan de Hitchcock y Polanski, el catalán afincado en Los Angeles, Jaume Collet-Serra nos presenta un thriller trepidante con un cierto regusto clásico, donde el protagonista no es quien parece ser y donde las conspiraciones, los intentos de asesinato y las persecuciones, cobran una importancia crucial en el desarrollo del guión. Basada en la novela La Doble Vida de Martin Harris, del escritor francés Didier van Cauwelaert, la película que protagoniza Liam Neeson se toma ciertas licencias con respecto al libro, pero mantiene en todo momento los tres o cuatro puntos principales que sostienen la historia. El reparto sorprende por su potencial y por la química existente entre todos y cada uno de los actores. Realmente uno se cree que Bruno Ganz ha trabajado en la Stasi toda su vida, quien, una vez terminada la Guerra Fría, se gana la vida como investigador en un Berlín que no es el suyo. Aidan Quinn, Karl Markovich, Frank Langella y una nutrida representación de actores alemanes de primer nivel, acompañan al Dr. Martins (Liam Neeson) y a la joven taxista interpretada por una convincente Diane Kruger a lo largo de todo el metraje, sin dar ni un minuto de respiro al espectador, aunque sin llegar a cansarle ni marearle. Todo en la película funciona como un perfecto engranaje, desde la relación lógica y necesaria que se forja entre Neeson y Kruger al imponente duelo interpretativo entre Ganz y Langella, demostrando que el cine de calidad con ínfulas ochenteras sigue vivo y con la moral muy alta.
Jaume Collet-Serra se nos muestra amable, sincero y muy educado, con una personalidad forjada en Hollywood y con muchas ganas de transmitir lo feliz que se siente al poder dirigir a Liam Neeson y Bruno Ganz. Hablar con él es hablar con alguien que siente y vive el cine con pasión y reconocimiento para todos los profesionales que trabajan en él. Su relación con la Warner Bross, fructífera y respetuosa hasta la fecha, le ha llevado a firmar un contrato para dirigir una versión “clásica” del Drácula de Bram Stoker, producida por Leonardo DiCaprio y con el personaje de Jonathan Harker como protagonista.
La película me ha traído a la memoria el estilo narrativo de Hitchcock y Polanski, con un arranque sorprendente y una trama donde nada es lo que parece. ¿Tenias en mente a Hitchcock y Polanski al rodar?
Sí. Personalmente he crecido disfrutando con las películas de Hitchcock y Polanski, son dos grandes maestros y su cine está repleto de pequeños detalles cuidados al máximo. Me encantan las películas de Alfred Hitchcock, soy un gran fan de su cine y, al preparar la película, tenia muy claro el look, el ritmo y la forma de narrar, acercándome al thriller de suspense clásico. Es un lujo poder trabajar con actores tan profesionales.
He leído que en ocasiones te reías de emoción al dirigir un reparto tan bueno.
Me reía de alegría, es impresionante ver como interpretan. Son tan buenos que a la hora de montar no te atreves a cortar casi nada, y eso que siempre procuras hacer la película lo más rítmica posible, sin alargarte en exceso. En una escena con Bruno Ganz y Frank Langella, disfruté tanto viéndoles trabajar que en la sala de montaje la dejé entera, no corté nada, pues no había nada que sobrase, todo era utilizable. Ganz y Langella no se habían visto nunca antes, no se conocían, pero a la hora de rodar, entraron en la misma habitación y empezaron a tirar el texto con una facilidad y una maestría que me quedé realmente impresionado.
Bruno Ganz era una de tus elecciones iniciales, al igual que Liam Neeson.
La película está escrita para Liam, quien demostró su absoluta profesionalidad durante todo el rodaje. Por desgracia, su esposa, Natasha Richardson (hija de Vanessa Readgrave), falleció en un accidente dos meses antes de empezar a rodar y todos pensamos que no habría película. Dejamos pasar un tiempo y Liam volvió preparado para rodar metiéndose en la piel del Dr. Martin con una seriedad y una fuerza impresionantes. A Bruno Ganz me costó mas convencerle. No suele trabajar mucho en producciones americanas, pero le hacia ilusión trabajar con Liam Neeson. Al enterarse que lo teníamos como actor principal, se apuntó y realizó un excelente trabajo. No es un papel muy extenso, pero se lo ofrecí y aceptó. Solo él podía aportar esas miradas y esa personalidad tan marcada a su personaje.
Berlín se convierte en un personaje mas de la película.
Me pasé mucho tiempo dando vueltas por Berlín, una ciudad maravillosa que no conocía, era mi primera vez en Berlín y me pareció fascinante. Tiene esa mezcla de modernidad y clasicismo que ayuda a situar el personaje dentro del filme. Berlín es una ciudad con dos personalidades muy marcadas por culpa de la Guerra Fría, todavía hoy en día puedes apreciar sus cicatrices, transmitiéndonos una atmósfera de película de espías muy interesante.
Si leemos la novela de Didier van Cauelaert, observamos que en la película habéis cambiado algún que otro detalle.
Si, principalmente adaptamos varias escenas, dándoles un aire más cinematográfico. Cambiamos Paris por Berlín, pues aunque la novela está ambientada en Paris, pensé que para contar la historia con mayor realismo, debía oscurecer la ciudad por donde van a moverse los protagonistas. Paris es la ciudad del amor, es muy romántica y queda muy bien, pero Berlín era la ciudad ideal para mostrar la ansiedad del protagonista. Y encima rodamos durante un invierno durísimo, muy gris, el mas frío de los últimos 30 años. Casi toda la nieve que aparece en la película es real y la atmósfera lúgubre y helada también.
¿Resultó fácil rodar en la capital de Alemania?
Inicialmente, cuando les pasamos el guión para rodar en la ciudad y entramos en contacto con las autoridades para pedir los permisos de filmación, su respuesta fue no. Lo veían imposible, por la cantidad de escenas de acción y alguna que otra persecución que implicaba lanzar un taxi desde un puente al rio. Tenían miedo que destrozáramos sus monumentos y sus calles. No obstante, cuando vieron el reparto, plagado de actores alemanes, empezaron a cambiar de opinión. Reconozco que la influencia de un productor como Joel Silver, que ya había trabajado en Berlín y la colaboración de los estudios Babelsberg (Postdam), donde se han rodado muchas películas norteamericanas, ayudaron a convencer al ayuntamiento de Berlín para dejarnos rodar. Cono anécdota, te contaré que Berlín es una ciudad que cuida muchísimo la ecología. Todas las farolas de la ciudad utilizan bombillas de bajo consumo y de noche hay muy poca luz, obligándonos a tener que iluminar muchas escenas con mas luz de la habitual. Los alemanes son muy metódicos y necesitan mucho tiempo para estudiar y planificar los rodajes. Llegamos casi un año antes con la idea del film y poco a poco nos ayudaron a da forma a las escenas mas complicadas. Una vez lo tuvimos todo coordinado, el rodaje salió francamente bien.
Hablemos un poco de los actores. ¿Que nos puedes contar del reparto alemán?
Junto a Liam Neeson, January Jones, Bruno Ganz y Diane Kruger, yo quería a Karl Markovics en el filme. Me encantan sus películas (Nanga Parbat, Los Falsificadores) y aunque solo le pude ofrecer un pequeño papel, él aceptó amablemente, demostrando su profesionalidad, igual que con Sebastian Koch (La Vida de los Otros, El Libro Negro), otro actor sensacional que interpreta un personaje secundario pero necesario en el film. Realmente he disfrutado mucho trabajando con actores de su calibre. Todo lo hacen fácil, es un verdadero lujo.
¿Trabajaste con un equipo europeo o eran todos americanos?
Menos una parte del reparto y algún técnico, todo el equipo era europeo, incluso teníamos algún sudafricano. Por fortuna, tuvimos una coordinación brutal, rodando en 40 localizaciones distintas en menos de 50 días.
Los filmes americanos rodados en Europa tienen una magia especial ¿estás de acuerdo?.
Es curioso el concepto que se tiene en el mundo sobre el cine europeo y el americano. En Europa dicen que nuestra película es cine americano y en Estados Unidos dicen que es cine europeo. Creo que todo depende de la historia que cuentas, como la cuentas y con quién la cuentas.
En España, últimamente llevamos una mala racha a nivel de cine, menos con Torrente 4, ¿qué crees que le pasa al cine español que no acaba de seducir al público?
En España hay buenos profesionales pero creo que falta industria a nivel general. Falta tener un criterio más exigente y realista a la hora de hacer cine. En Estados Unidos se hace una película, y si esta tiene éxito todo el equipo se beneficia pero si no funciona, todos se resienten. Es un capitalismo necesario a la hora de trabajar: si funcionas seguirás trabajando, pero si no paras de fracasar puedes hundirte, y eso te da fuerza para crecer y mejorar. En España hay mucha gente que estrena películas que no funcionan y siguen trabajando, nadie les dice nada. Si el público no te a va a ver, debes hacer algo, no se puede seguir financiando un tipo de cine (no todo) que no atrae al público.
¿Te veremos trabajando en nuestro país?
Actualmente estoy trabajando para iniciar un proyecto que ayude a jóvenes realizadores a la hora de dirigir sus películas. En España hay mucha gente con talento que quiere demostrar sus posibilidades, y creo que algo puedo hacer al respecto.
Muchas gracias Jaume por tu tiempo, enhorabuena por Sin Identidad y mucha suerte con tu adaptación de Drácula, con el personaje de Jonathan Harker como protagonista.
Muchas gracias a vosotros.
Fotografías: Jekaterina Nikitina
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