A éste pobre hombre, propietario de una barbería y que vive su aburrida y monótona existencia encerrado en un mundo de tonos grises, negros y blancos... sí, a éste pobre hombre, sin comerlo ni beberlo, ayer por la noche, desde La 2 de TVE, le subieron los colores. De juzgado de guardia.
Gruñón, "malcarat" y criticón. Hace años perdió su sentido del humor en algún lugar recóndito y, en la actualidad, sólo sueña con retirarse al interior de una cabina telefónica.
5.5.06
El hombre al que le subieron los colores
A éste pobre hombre, propietario de una barbería y que vive su aburrida y monótona existencia encerrado en un mundo de tonos grises, negros y blancos... sí, a éste pobre hombre, sin comerlo ni beberlo, ayer por la noche, desde La 2 de TVE, le subieron los colores. De juzgado de guardia.
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