Y llegó el Carnaval, pillando al bueno de Eusebio sin haber decidido aún el disfraz que se pondría. Una hada madrina le dejó una peluca, unos colorines y unas pinturejas. "Prueba con esto y te convertirás en una dama igual de bella que Marisa".
Y una vez compuesto se produjo el milagro, pues Eusebio se convirtió en Marisa. Marisa Poncela
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