9.11.12

SITGES 2012: Desde mi balcón


Aquí me ven, todo ufano, gozando del balcón de la habitación que me tocó en suerte (eso sí, pagando) este año en el Hotel Meliá, sede habitual del Festival de Sitges. Una habitación que descubrí era contigua a la que alojó durante un par de noches a Dario Argento, quien se pasó la mayor parte de su estancia en su terraza, pegado a un móvil y charlando sin parar en su lengua materna (o sea, el italiano).

Un certamen, en esta ocasión, con una de las mejores programaciones de los últimos años. Mi ritmo anual de fugas en las proyecciones, bastante elevado en los festivales, así lo demuestra, pues tan solo quedó reducido a un par: The Weight, la de la morgue del coreano mal rollista Jeon Kyu-Hwan y la del Drácula 3D de mi vecino de habitación.

Sitges 2012 también sirvió para descubrir que a los seres humanos les ha crecido en el cuerpo un nuevo miembro a la altura de las manos; una nueva extensión, de forma rectangular, luminosa y con pantallita incluida. Llámenle iPod, tableta o como les venga en gana. La cuestión es que no hubo proyección en la que, al finalizar y aún sin encenderse las luces de sala, el Auditorio si iluminase por completo al ser conectada al unísono, por todos los espectadores allí presentes, tal derivación del cuerpo humano. Después la dificultad estribaba en poder salir de la sala indemne y esquivando a un ejército de zombis tecleando como posesos en su nuevo artefacto. Conclusión: yo no debo ser humano, ya que aún disfruto de un celular digno de Pedro Picapiedra.

A destacar la rareza de disfrutar de un Barça-Madrid en el bar del hotel, con una estrambótica pantalla compuesta de varias subpantallas separadas por gruesas barras metálicas, la imagen cortada por arriba y por abajo, con los jugadores totalmente achaparrados y la pelota, en lugar de redonda, con forma amelonada. Y con momento sublime incluido: la aparición del director del certamen, Ángel Sala, animando a los colores del Barcelona. Súmenle a ello a un colchonero Carlos Pumares volcado igualmente con la culerada… hasta que descubrió que el empate favorecía las aspiraciones de su equipo, el Atlético de Madrid.


Gran hombre y personaje ese Carlos Pumares al que cada año que pasa le voy cogiendo más aprecio. No en vano, fuimos varias noches de cena en compañía de mi esposa y él. Abajo, con don Carlos y mi cuñado Absence, pueden apreciar una instantánea sacada tras una de esas veladas.


Al igual que sucedió en anteriores festivales, resaltar la satisfacción que me produjo que uno de ustedes se me acercara, me tendiera la mano y se diera a conocer como uno de los lectores del blog.

Y ya, sin más dilación, les dejo con mi top-five particular del Sitges 2012:

1. Robot and Frank
2. Seven Psychopaths
3. Sightseers
4. Maniac
5. The Tall Man

6 comentarios:

Crítico Maldito dijo...

Qué guapos y orondos se les ve a los tres.
Os echo de menos, amigos.

Martí dijo...

Mi lista:
1-Holly Motors
2-Sightseers
3-Gangster of Wasseypur
4-Room 237
5-Beasts of the southern wild

Spaulding dijo...

Martí: Me quedé con las ganas de ver Room 237. Pero es que, en Sitges, es imposible abarcar toda la programación.

Marti dijo...

Comprátela en el Freaks o descargala porque vale la pena; algunas teorías sobre el Resplandor son muy peregrinas, otras, en cambio, muy interesantes, pero sobretodo incluye enseñanzas de narrativa audiovisual impresionantes. Tampoco te pierdas Gangster of Wasseypur, la respuesta india a Ciudad de Dios

Spaulding dijo...

Ambas quedan apuntadas, Marti.

Martí dijo...

Hola, quiero añadir a mi lista de películas favoritas Seven Psycopaths.