24.11.12

El hombre bondadoso que nos acercó a la España más oscura

Uno de los grandes se nos ha ido. José Luis Borau ya no está con nosotros. Director, productor, guionista, profesor, miembro de la RAE e incluso actor ocasional. A pesar de haber presidido la SGAE y la Academia de Cine Español, se trataba de un hombre solitario y, ante todo, afable. Muy afable. O, al menos, esa es la impresión que me llevé de él cuando, a raíz del estreno de la fallida Río Abajo (su única incursión en América, país en el que vivió durante una década) pude contactar con él.

Su cine apuntaba casi siempre hacia la crítica social y política. Un cine lleno de personajes toscos, salvajes, casi primitivos. Un cine que quedó perfectamente reflejado en su incuestionable Furtivos, obra maestra del realizador que, estrenada durante los últimos coletazos del franquismo, presentaba una visión muy distinta de España y en la que el propio Borau interpretaba a uno de sus personajes. Una cinta que, por cierto, no sentó nada bien al régimen y a la que se boicoteó desde todos los frentes.
 

Crimen de Doble FiloHay Que Matar a B., Tata Mía o Leo, su último film, son sólo algunas de las películas que nos deja como director, sin olvidar sus excelentes guiones para títulos como Mi Querida Señorita o Camada Negra, una visión desgarradora de un violento grupo de ultraderecha durante el postfranquismo.

Descanse en paz.

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