Spike Jonze es un cineasta peculiar, extraño, capaz
de no dejar indiferente con sus films a nadie, sea para bien o para mal. Con
Her ha llegado a su madurez como director, al tiempo que nos ofrece su obra más
redonda. Emotiva, divertida, crítica, ácida... un poco de todo para envolver
una atípica historia de amor: la que nace entre Theodore, un escritor solitario
empleado en una empresa dedicada a redactar cartas para terceros, y un nuevo
sistema operativo, recién salido al mercado, que ofrece una relación virtual
totalmente distinta, aunque igual o más profunda, a la de las relaciones
sentimentales entre seres de carne y hueso.
Ambientada en un futuro no muy lejano, en donde la
informática y los temas virtuales están a la orden del día (como ahora, vaya), Jonze nos sirve en
bandeja de plata una de las historias de amor más profundas y diferentes que
nos haya brindado el cine. Apoyándose en el excelente trabajo interpretativo de
un Joaquim Phoenix fuera de serie (genial representando él sólo una relación de pareja) y en la cálida y sugestiva voz de Scarlett
Johansson (en el original, la voz que emerge del sistema operativo), el realizador
de Cómo Ser John Malkovitch urde un cuento, de tintes fantásticos, tan emotivo
como sugerente.
La cinta, a pesar de su insólito planteamiento, es
capaz de retratar los sentimientos más profundos de un hombre solitario, en pleno
proceso de divorcio, que descubre su plenitud como persona al sentirse
totalmente atraído por una máquina. Y lo hace de forma inteligente, sin
renunciar a su agridulce sentido del humor y haciendo totalmente creíble para
el espectador que un tipo como Theodore caiga en las redes sentimentales que
le propone la locución que surge de su nuevo artefacto; una voz que denota una
sabiduría y una emotividad fuera de lo normal, la voz de Samantha. Un flechazo total, tanto a nivel
anímico como físico, en el que no tardarán en aparecer las típicas constantes que
marcan las relaciones entre seres humanos. Los celos y el querer llegar a más serán,
tan sólo, algunos de los problemas que se les plantearán en su intensa
correspondencia emotiva.
Una película vibrante, conmovedora, atemporal, de
calmada puesta en escena y diestra a la hora de anunciar lo que nos puede
deparar la actual dependencia de la informática y las redes sociales; una
realidad que está creando un ingente regimiento de gente solitaria que se
muestra más segura en sus relaciones virtuales que en el más natural cara a
cara de toda la vida. Un film de visión obligatoria, tanto por
tratarse de un derroche de fantasía y sentimientos varios como por la
originalidad que conlleva una obra tan arriesgada y, en el fondo, más real de
lo que nos pueda parecer a simple vista. Y, a ser posible, en versión original subtitulada:
sería todo un pecado despreciar la seductora tonalidad de Scarlett Johansson al optar erróneamente por
la de un doblaje más lineal y mucho menos personal.
Les dejo. Me voy a conectar con mi sistema
operativo.
2 comentarios:
Querría comentar algo sobre la peli pero ¡ay! se nos ha ido el gran Harold Ramis, grandioso cazafantasmas y director de la mítica "Atrapado en el tiempo". La polca de Pensilvania suena hoy más triste.
Cuantas grandes comedias nos regaló este hombre. Atrapado en el Tiempo es una de mis preferidas. Una película redonda que nunca me cansaré de ver.
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