2.1.13

Recapitulando (y II): Lo más peor del 2012

Tal y como les prometí, ahí van los 10 peores títulos del 2012, de lo nefasto a lo más nefasto. O sea, del 10 al 1.

10.- Los infieles. Una película francesa de episodios que, girando todos ellos alrededor de la infidelidad masculina, nos ofrece todo un recital de chabacanería en su máxima expresión. Su principal reclamo comercial se basa en los nombres de Jean Dujardin y Michel Hazanavicius, actor y realizador respectivamente de la oscarizada The Artist: el primero sobrepasando los límites del histrionismo y el segundo demostrando, al igual que los otros tres realizadores, una merma de inspiración alarmante. De una simplicidad que tumba de espaldas. Básica, básica, básica. Su humor hortera rebasa los límites de lo tolerable. Landa, López Vázquez y Ozores, en sus tiempos, consiguieron incluso mejores resultados (¡qué ya es decir!) contando exactamente los mismo.


9.- Madrid, 1987. Más de hora y media soportando la voz de falsete de José Sacristán y la mala de dicción de María Valverde, ambos en pelota picada y encerrados accidentalmente en un cuarto de baño durante casi todo el metraje. La verborrea del primero y la poca química existente entre ambos actores se encargan de acabar con sus buenas intenciones. Más que tratarse de una película, da la impresión de estar ante un mal texto literario cargado de forzados guiños políticos, cinéfilos y sexuales. Un David Trueba más gafapastoso de lo normal se encarga de la dirección y del guión. De hecho, sus (nada naturales) diálogos recuerdan a los del cine más rancio de José Luis Garci. Soporífera y equivocadamente pedante.


8.- El Dictador. Tras esa especie de (sobrevaloradísimos) falsos documentales que significaron Borat y Bruno, la pareja compuesta por Larry Charles (director) y Sacha Baron Cohen (actor) vuelve a la carga con una ficción sobre un dictador norteafricano dispuesto a evitar que la democracia llegue a su país. A pesar del empeño de ambos por hacer reír, se me antoja una comedia de lo más burdo y patético. Su empeño por provocar no va más allá del humor grueso, en donde la escatología y la brutalidad sexual se alzan como grandes protagonistas, mientras que el discurso político resulta de lo más simplón y previsible. Ya es hora de que alguien diga que el Baron Cohen es un bluf de muchísimo cuidado. Aún es hora de que algunos de sus chistes me hagan sonreír.


7.- Año de Gracia (Any de Gràcia). A la última película de Ventura Pons no hay por donde pillarla. Más que un film dirigido por un profesional con años de experiencia, da la impresión de tratarse de un trabajo amateur firmado por un quinceañero con ganas de debutar en el cine. Un producto extremadamente básico, tanto en el aspecto temático como técnico, ya que su historia (centrada en la relación entre un joven estudiante y su casera, una mujer mayor y solitaria),  en su planteamiento, desarrollo y situaciones, no podría ser más simple, tontorrona y pueril. Costumbrismo de tres al cuarto, en donde los tópicos no dejan de sucederse: empezando por el buenismo de ciertos personajes y terminando por la postalita turística que nos ofrece del barcelonés barrio de Gràcia.


6.- El Exótico Hotel Marigold. Una comedia melodramática, amparada en la truculencia de la lágrima fácil y protagonizada por un grupo de jubilados británicos dispuestos a vivir sus últimos años en un hotel de la India. Sus chistes son fáciles, sus (buenos) actores parecen perdidos en medio de un montón de historias a cual más ridícula y los desenlaces de las diversas historias planteadas resultan de lo más previsible y cursilón. Melaza en grado sumo, de la que se indigesta durante varios días. El buenismo viejuno está servido.


5.- Abraham Lincoln: Cazador de Vampiros. Lo que podría haber sido todo un delirio argumental y visual -al convertir al que fuera presidente de los EE.UU. en un experto matador de chupasangres- no es más que una chorrada pésimamente narrada y dotada de unos efectos especiales de lo más paupérrimo. Filmada sin convicción alguna, la cinta navega entre el biopic más alucinado (con continuas referencias a la lucha por terminar con el esclavismo) y el cine de acción al más puro estilo comiquero. No busquen ni un buen guión ni diálogos mínimamente inteligentes: la cosa no pasa de ser una oda a la croma y a la digitalización de la imagen. Tim Burton ejerce de productor. De juzgado de guardia.


4.- De Tu Ventana A La Mía. Un collage mal planteado y peor servido. Film de una pretenciosidad inmensa que pretende hablar de muchos (demasiados) temas sin decir  absolutamente nada. Tres historias distintas, entrecruzadas a lo largo del metraje, protagonizadas por mujeres y ambientadas en épocas diferentes. Un trabajo artificioso y aburrido, en donde priva más el continente que el contenido, de ritmo lentísimio y con tres interpretaciones afectadísimas. Da pena ver a toda una Maribel Verdú metida en un producto tan disperso y fatuo como éste.


3.- Blancanieves (Mirror, Mirror). Tres han sido las Blancanieves del 2012, aunque ninguna tan disparatada y delirante como la de Tarsem Singh. Una visión del cuento clásico en clave presumiblemente humorística. Y digo “presumiblemente” porque la cosa tiene la gracia directamente en el culo. Cercana en estética a los televisivos Chiripitifláuticos, esta execrable cinta posee en su haber una de las peores interpretaciones de Julia Roberts. Un producto ridículo y con unos efectos especiales ciertamente deplorables. Para mear y no echar gota.


2.- El Bosque (El Bosc). Una nimiedad de lo más cutre que, con todo el aspecto de una telemovie de poquísimo presupuesto, se muestra capaz de mezclar en su argumento a la guerra civil española con una historia de ciencia-ficción. Ambientada en el Bajo Aragón, se adentra en el seno de una familia de payeses en cuyos terrenos albergan una puerta hacia otro mundo; un portal luminoso (en plan disco de los 70) que, una vez iniciada la contienda, será utilizado bastante a menudo por el propietario para huir de los milicianos. Tras la cámara, un hombre de cierto prestigio: un Óscar Aibar que, en esta ocasión, ha perdido los papeles en el maremágnum de una fábula disparatada, ridícula y políticamente sospechosa. Tras su proyección, me quedé con una cara de besugo tremenda.


1.- Holy Motors. Soberana y aburridísima pedantería del francés Léos Carax. Una fábula onírica (o, mejor dicho, una colgada indignante) que, siguiendo al pasajero de una limusina en su larga travesía por las calles de París, hace un recorrido por los distintos roles del ser humano, tanto en la vida como en la muerte. Soledad, amor, sexo, violencia, hastío, cotidianeidad… centenares de conceptos amontonados sin orden ni concierto. El Carax usa el prestigio que le da su nombre, va de inteligente, lo sabe todo y se atreve con todo. Él es el gurú del cine actual. Para impartir su clase magistral se vale de Denis Lavant (el tío al que Eva Mendes se la pone palote), su claro alter ego, un cargante actor que representa a varios personajes distintos a lo largo de sus dos interminables horas de duración. Rayando el mal gusto en algunos episodios (ciertamente desagradable el protagonizado por la Mendes) y tremendamente irritante en otros (ese número musical interpretado por Kylie Minogue en plan peli del Jacques Demy), la cinta se me antoja como un gigantesco grano en el culo.

10 comentarios:

caligula dijo...

Vaya, conociéndole no me extraña que pusiera Holly Motors en la cúspide de lo peor, teniendo en cuenta su aversión a las pelis que van de cine intelectualoide para que los críticos digan que se lo han pasado pipa (estoy convencido que los críticos lo hacen siempre sobre este tipo de películas para quedar de guays y porque saben que al final la van a ver cuatro gatos... y encima tres de esos cuatro son los Trueba, cada día más pedantes, más creídos y más gafapastosos... es que no les soporto!! ya podía el jefe del clan volverse a hacer las comedias de siempre y dejarse de zarandajas culturetas y lo mismo los otros dos Truebas directores dejan de intentar parecer los más listos de la clase). No le estoy criticando, don Spa, yo ni siquiera fui a verla, me parecía a mí que era todo lo que usted dice y seguramente más.

Andrew Zimmerman dijo...

Jua jua jua mu grande que haya puesto a Holy Motors ahí, donde se merece

El Señor Lechero dijo...

Gran lista, maese Spaulding, aunque yo hubiera incluido la otra de Blancanieves, con la petarda infumable de la Kristen Stewart y su cara de "estoy goliendo mielda" permanente. Cuánto daño a hecho "Crespospelosdelculo" al cine, y a la literatura, y al buen gusto.

caligula dijo...

Lo que sí que me extraña es que no haya puesto La Vida de Pi por el discursito religioso-ñoño (y muy ñoño) y todo el aire infantil (en el peor sentido) de la película (cuando la vi, el cine estaba lleno de padres con hijos pre-adolescentes que, curiosamente, no hicieron ruido), con un argumento más simple que el mecanismo de un chupete. Por muy bonitas que fueran las escenas de la ballena, las medusas, el cielo y el mar y la isla (bueno, la isla no)

Spaulding dijo...

Sólo con ver los fragmentos publicitarios de la del Pi, se me pasaron las ganas de ir a verla, señor Caligula.

Crítico Maldito dijo...

Bueno, pues aquí estoy bastante de acuerdo con usted. Así, a grandes rasgos.
Y una cosa, en la de Trueba acaban fallando? Porque ustedes verán, toda la peli en pelota picada la María Valverde pues como que pone. Otra cosa es el Sacristán, claro, que poner a las señora las debe poner poco, pero claro hay gustos pa tó.

caligula dijo...

No sea usted tan cruel, don Maldito, que lo mismo el sacristán sí las pone algo cuando se quita los pantalones, seguramente enfermas.

El Señor Lechero dijo...

Si hubiera pillado al Sacristán de los años del destape y el landismo otro gallo habría cantado :)

Spaulding dijo...

Sr. Lechero: efectivamente, hay polvo... no muy explícito, epro de haberlo, haylo.

Anónimo dijo...

Pero que sacrilegio EL BOSC en su lista de lo peor del año ...

La ira de los dioses caera sobre usted

EL SR BESUGOT DESCONOCIDO