

La historia expuesta en Fama es prácticamente la misma que la de los 80, aunque sin ángel y forzando en extremo todo cuanto muestra con tal de huir de la fotocopia cinematográfica. Una escuela pública destinada a la enseñanza de futuros bailarines, músicos y actores, se erige en eje central de sus distintas tramas. Las relaciones que nacen entre los estudiantes y, ante todo, los miedos y frustraciones que denotan algunos de ellos, se convierten en los principales focos de atención.
Con la finalidad de actualizar sus diversas temáticas, Tancharoen ha intentado lavarle la cara al trabajo de Alan Parker aunque, por el contrario, da la impresión de haberla embadurnado de arriba a abajo. Los jóvenes protagonistas han pasado, de pertenecer en su mayoría a la clase baja, a convertirse en unos pijitos de armas tomar. Ha cambiado algunas de las historias, otorgándoles un toque políticamente más correcto: ni racismo ni homosexualidad que valgan. Ha mezclado ciertos conceptos y ha destrozado, sin muchos miramientos, la banda sonora original, colando nuevos ritmos un tanto machacones y sin sustancia. O sea, lo mejor del trabajo original de Parker, la música, se ha perdido casi en su totalidad, a excepción de una nueva versión de Out Here On My Own, una exquisita balada que, compuesta por Michael y Leslie Gore, interpretara en su día Irene Cara.

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