Capitán Phillips. Unos piratas somalíes abordan un
carguero norteamericano y se llevan a su capitán de excursión en un bote
salvavidas.
Dallas Buyers Club. A un vaquero muy machote le
diagnostican el SIDA, le pronostican 30 días de vida y, del rebote que pilla,
se hace amigo de un travesti e intenta desmontarle el chiringuito a la
industria farmacéutica.
12 Años de Esclavitud. A un violinista de color
(negro) se lo llevan de excursión, durante 12 años, para animar con su música
las jornadas de trabajo en las plantaciones de algodón.
La Gran Estafa Americana. Una pareja de estafadores
y un agente del FBI se alían para darle el timo del tocomocho a un alcalde con
familia numerosa.
Gravity. Un tío deja a una tía más colgada que la
una.
Her. Un panoli se pasa el santo día haciendo
guarrerías con su ordenador.
El Lobo de Wall Street. Un par de descerebrados se pasan
el santo día drogándose, follando, robando dinero y eludiendo a la justicia.
Nebraska. A un viejo empecinado le entra la pájara y
se va de excursión con su hijo para reclamar un millón de dólares que dice
haber ganado en un sorteo.
Philomena. A una vieja empecinada le entra la pájara
y se va de excursión con un periodista amargado en busca de un hijo que, 50
años atrás, unas monjas diabólicas dieron en adopción.
5 comentarios:
El espectador. Hace cola con un cubo de cartón, en una mano, lleno de palomitas que le ha costado 6 euros, y con la otra una botella de agua que le ha costado 3. Luego deja la sala hecha una mierda. Se va su casa. Cena y se mete en la cama temprano porque tiene que madrugar.Al día siguiente ya ha olvidado la película.
Un cordial saludo.
Eso el que va al cine. El que no (que por desgracia son muchos), se baja una copia de cámara de Internet, con un sonido espantoso, se la traga mientras va hablando de otras cosas con sus familiares y luego hasta se atreve a opinar de la película. Y, por supuesto, al día siguiente también ha olvidado esa cosa borrosa y desincronizada que tan solo ha intuido. Y luego se vanagloria de haberla visto gratis.
Estimado Spaulding, emocionado ando después de comenzar a ver True Detective. Qué pedazo de serie.
Ahora que me fijo. En esa foto del finado Harold Ramis, hay que joderse lo que se parece a una foto de contraportada de Ken Follet!!
Negro: a mí sólo me falta el último episodio... y la cosa no decae en ningún momento.
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