4.3.14

La noche más larga, negra y mejicana

La noche transcurrió sin sorpresas, tal y como más o menos se había previsto. Y, como de costumbre, aburrida y larga; extremadamente larga. Ellen DeGeneres, como la maestra de ceremonias de esta 86ª edición, no estuvo muy brillante que digamos. Pocas líneas de guión tuvo que memorizar. Lo suyo fue hacer propaganda descarada sobre la nueva generación de telefonía móvil y, como gran proeza, destrozar sin demasiada compasión a una envejecida y engordadísima Liza Minnelli quien, ante los envites de la presentadora, aguantó estoicamente y con sentido del humor la provocación.


Los premios, los que ya estaban cantados de antemano. Con la administración Obama, era lógico que la mejor película recayera en la plomiza 12 Años de Esclavitud, mientras que el premio a la mejor secundaria recaía en la jovencita Lupita Nyongo’o, una de las actrices de color de ese mismo film y al mismo tiempo una recién llegada al mundo de la interpretación. Gravity arrasó con la mayoría de Oscars técnicos, llevándose también la estatuilla al mejor director, el mejicano Alfonso Cuarón.


Tal y como se había pronosticado, Cate Blanchett se alzó con el merecidísimo premio a mejor actriz por su inolvidable interpretación en Blue Jasmine, mientras que Matthew McConaughey hizo lo propio con el de mejor actor por su trabajo en la interesante Dallas Buyers Club, aunque al subir a recogerlo, ¡qué lástima!, se salió por peteneras y nos endilgo un indigesto sermón sobre la grandeza de Dios. A buen seguro que el discursito de marras no le hizo puta gracia a un Leonardo DiCaprio que vio escapársele el Oscar de entre sus manos por cuarta vez.


Curiosamente, la única campanada de la noche fue la de Jared Leto quien, en contra de todas las previsiones, consiguió la estatuilla dorada como mejor secundario por dar vida, de forma brillante, a un travesti en la mismísima Dallas Buyers Club, un film que aún sigue pendiente de estreno en España.


La casa Disney fue recompensada con dos Oscars (mejor película animada y mejor canción) por esa cosa cursi que atiende por Frozen, El Reino de Hielo, mientras que se reconocía la originalidad del Her de Spike Jonze con el premio al mejor guión original y la insoportable pedantería de La Gran Belleza conseguía el Oscar al mejor film de habla no inglesa.

En la cuneta quedaron El Lobo de Wall Street, Nebraska, Capitán Phillips, La Gran Estafa Americana y Philomena, las grandes perdedoras de la noche que, por no pillar, no pillaron ni los premios de la pedrea.

Para quién quiera conocer la lista oficial de ganadores, les dejo el link de la Academia.


Esto es lo que hay. Una año más. A esperar al próximo. De regalito, esa fotografía retwitteada que, urdida por la DeGeneres, ha dado la vuelta al mundo. Después, como recompensa, la presentadora invitó en directo a las estrellas que posaron en la foto a tomar unas porciones de pizza. ¿Dónde queda ese glamour que caracterizó a Hollywood?

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