8.12.13

Algo pasa con Ruth


Javier Ruiz Caldera debutó en el campo del largometraje con Spanish Movie, un divertido guiño gamberro al fantástico español muy al estilo de los Scary Movies norteamericanos, pero a lo Nacional Show. Después, con bastante acierto, siguió aplicando la fórmula de comedia yanqui en su siguiente título, Promoción Fantasma, una locura ambientada en una escuela en donde habitan cinco alumnos fantasmas. Ahora, con 3 Bodas de Más, aparca el fantástico y, siguiendo anclado en la comedia y en su empecinamiento por trasladar a nuestro país el cine que nos llega del otro lado del charco, urde un producto claramente inspirado en los Farrelly (¿inspirado o, mejor dicho, robado?).

El humor grueso (por momentos totalmente chabacano) y la escatología están a la orden del día a la hora de contar los problemas sentimentales de Ruth, una joven bióloga, especializada en langostas, que no llega a encontrar a su hombre ideal y que, para más inri, será invitada de forma consecutiva a tres bodas distintas protagonizadas por tres parejas que la dejaron tirada.


La cosa empieza con cierta gracia. El primer sketch, antes de los títulos de crédito y contando con la presencia del televisivo Berto Romero, es todo un prometedor acierto. Pero hasta aquí llega la inspiración de Ruiz Caldera y sus dos guionistas (Pablo Alén y Breixo Corral). Una vez superados los citados créditos, la película cae en picado, convirtiéndose en un cúmulo de chistes baratos en donde un machismo de lo más rancio se abre paso de manera avasalladora. Eso sí, muy a lo Algo Pasa Con Mary pero sin la chispa de ésta y mezclando, al unísono, todos los tópicos que aparecen en la dilatada filmografía sobre bodas y enredos sentimentales con las que, desde hace unos cuantos años, los americanos inundan nuestra pantallas.

Un despropósito descomunal y previsible, en donde surfistas, cirujanos plásticos, travestis, becarios enamoradizos y todo tipo de personajes variopintos tienen cabida para incidir en la fallida vida sentimental de la afligida Ruth, una muchacha que, al igual que la Kim Basinger de Cita A Ciegas (¡aunque salvando las distancias!), demuestra cierta facilidad para pillar unas cogorzas de ahí te espero, una excusa ideal para orquestar un sinfín de gags de lo más patético y con cierta tendencia a eso tan infantil de lo del “caca, culo, pedo”. Eso sí, siempre con la mirada puesta en el universo de los hermanos Farrelly, pero en patrio.


La elección de una sobreactuadísima Inma Cuesta para dar vida a la torpe Ruth en nada ayuda al buen seguimiento de la comedia; una comedia que finge apoyarse en un argumento lineal pero que, en realidad, está construida a base de pequeños episodios, en forma de casamientos, al tiempo que acumula (como reclamo comercial) un desfile de numerosos rostros populares de la pequeña y gran pantalla para que disfruten  de sus pertinentes minutitos de oro, como sucede con el citado Berto Romero o el mismísimo Paco León, entre otros. Eso sí, a Quim Gutiérrez le cede un poco más de metraje para que dé rienda suelta a sus pocas dotes de comediante (¿por qué narices se habrán empeñado últimamente en que este chico vale para hacer payasadas?).



Un consejo: recurran a los originales. Repasen de nuevo Algo Pasa Con Mary y similares y olvídense de burdas copias a la española. Saldrán ganando.

1 comentario:

El Señor Lechero dijo...

Ya era difícil que fuéramos a verla, pero nos lo ha confirmado, maese Spaulding. Mejor nos vamos a ver la de la prisión con el Sly y el Chuachi.