Tras The Fighter, un melodrama ambientado en el seno
de una familia con dos hijos boxeadores, David O. Russell, en su nuevo film, ElLado Bueno de las Cosas, vuelve a incidir en las relaciones familiares. Y lo
hace centrándose, ante todo, en la figura de Pat, un joven profesor de escuela
que, tras estar ingresado en un centro psiquiátrico durante una larga
temporada, regresa a casa de sus padres, con su bipolaridad a cuestas y
dispuesto a reconciliarse con su esposa.
Las familias disfuncionales y los enfermos bipolares
dan mucho de sí en el mundo del cine. Normalmente, su tratamiento es más bien
sórdido y de mal rollo. Pero O’Russell rompe con esa regla y afronta los
problemas psíquicos de Pat y sus allegados desde el prisma de la comedia,
acercándose al melodrama, de forma muy sutil, en contadísimas ocasiones. De
hecho, tal y como indica su título, la cinta se enfrenta a los conflictos emotivos
y de personalidad de su protagonista de un modo ciertamente positivo.
Bradley Cooper es el encargado de dar vida a ese Pat
empecinado en hacer lo imposible para recuperar a su esposa, a pesar de que ésta
haya conseguido una orden de alejamiento. Un espléndido Cooper que, al mismo
tiempo, destila una química increíble con Jennifer Lawrence, esa chica de LosJuegos del Hambre y de la magnífica Winter’s Bone, que en esta ocasión cambia
de registro, de forma sorprendente, para meterse en la piel de Tiffany, una joven
viuda que se cruza en su camino, también con problemas psíquicos y que intentará
ganarse (no sin esfuerzos) el amor del desorientado Pat.
Como contrapunto a los tiras y aflojas de Pat y
Tiffany, están los padres de él, Jacki Weaver y Robert De Niro o, lo que es lo
mismo, Dolores y Pat Sr.; ella, más que correcta en el rol de madre
sufridora y ama de casa, mientras que él, De Niro, ofrece una de sus mejores interpretaciones de sus últimos años: deja su histrionismo habitual a un lado y encarna
con total solvencia y mucho sentido del humor a un tipo supersticioso y
atrapado por las apuestas del fútbol americano.
Un producto sencillo y funcional, de agradable
visión, que se alimenta de un buen guión, repleto de diálogos y situaciones
ingeniosas, y de un considerable número de entrañables personajes secundarios,
como sucede con el corredor de apuestas que se pasa todo el día en casa de los
padres de Pat o con ese loco, obsesionado por su pelo, que intenta escabullirse
del centro en el que está internado.
A buen seguro que sus nominaciones al Oscar de este
año, incluida la de mejor película, sean debidas a ese sanísimo optimismo que
destila toda su proyección.
9 comentarios:
Y el negro tiene mucha gracia, amigo Spa, que se le ha olvidado...
¡Toma! Y el psicoanalista también, pero no los voy a enumerar todos, buen hombre. Faltaría más, ¡pardiez!
Pues capacidad para hacerlo tiene.
Don Spa capacidad para escribirlos todos la tiene, eso de fijo. Otra cosa es que un servidor, con sus limitaciones, tenga la capacidad como para leerlo y comprenderlo todo. Se agradece que lo tenga en cuenta en sus críticas.
Si les digo que me voy a ir a ver el Motorista Fantasma II al catre ¿me lo tendrán en cuenta?
Mientras no se vaya al catre con el motorista fantasma que no es otro que el Cage. Eso sí, si lleva peluquín tendría un pase, amigo Lechero...
Completamente de acuerdo con la crítica.
En la peli sale Violante Placido, don Crítico, la hija de aquel Michele Placido que se hizo célebre en la tele española de 1989 por las diferentes entregas de "La Piovra". Es guapilla.
Me gusto bastante la pelicula. Muy buena la página por cierto. Te paso nuestro link, también hacemos críticas de cine:
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