14.10.12

SITGES 2012: Jornada 1 (morgues y mafiosos amarillos)

Sitges 2012 terminó ayer. Justo hoy, domingo, se proyectan en las salas del Festival (el Auditorio del Hotel Meliá y los cines Retiro y Prado) los tres habituales maratones cinematográficos con los títulos más representativos de la presente edición. Los premios, a mi gusto no muy acertados (ya les iré contando a medida que hable de las películas), fueron otorgados ayer por el Jurado de la Sección Oficial a Concurso compuesto por el realizador Nacho Cerdà, la directora Judith Colell, la actriz Denise Crosby y los también directores William Lustig y Lamberto Bava; unos premios que pueden consultar en su totalidad en la web del certamen.

Esta 45ª edición se inicio el jueves 4 de octubre con la proyección de El Cuerpo, una cinta de producción española que supone el debut en la dirección del barcelonés Oriol Paulo. En ella, un thriller de intriga y horror ambientado en el seno de una morgue, asistimos a la investigación que lleva a cabo un cansado inspector de policía para descubrir que se esconde tras la desaparición del cadáver de una mujer adinerada a las pocas horas de haber ingresado su cuerpo. Narrada a golpe de flash-backs, su realizador, a pesar de lo truculento del relato, demuestra un buen dominio del suspense y, sin miedo a caer en el mayor de los ridículos (cosa que está a punto de sucederle en varios pasajes al jugar siempre al límite), salva la papeleta con nota alta. La cosa es que, con sus defectos, entretiene y engancha. Gran parte de su buen funcionamiento se debe a su trabajado y sorprendente giro final que, de tan rocambolesco, hasta tiene su gracia. José Coronado, con un look ciertamente desagradable, convence con su actuación, cosa que no ocurre con la desaborida interpretación de Hugo Silva. Por su parte, Belén Rueda se confirma definitivamente como la Dama del Fantástico Español actual y, al mismo tiempo, como la actriz por excelencia encargada de darle vidilla (aunque sea haciendo de muerta) a las galas de inauguración del Festival de Sitges: El Orfanato y Los Ojos de Julia son sus dos claros precedentes.
 

Esa misma mañana, se pudo ver (en mi caso, sufrir) en el Auditorio del Meliá Nameless Gangster: Rules Of The Time, una producción de Corea del Sur que, a pesar de estar basada en un caso real, competía a concurso en la Sección Oficial de Cine Fantástico. La película, que pasó sin pena ni gloria, repasa la vida de un mafioso con fuertes contactos en el mundo de la política quien, en sus inicios, se introdujo en el Sindicato del Crimen gracias a su innata facilidad, como funcionario de aduanas, para aceptar sobornos de todo tipo. Ya saben, se trata de cine coreano: muchas ráfagas de violencia física, un toquecillo de humor amarillo (para mí, difícil de entender) y un sinfín de golpes en la cocorota de sus protagonistas. Alargada hasta extremos increíbles y no muy bien explicada, la propuesta me resultó ciertamente indigesta y aburrida. Vaya, que los bostezos se apoderaron de todo mi ser. Lo mejor del invento: el arte que tienen los coreanos para molerse a palos.
 

El primer día, como cada año, hay muy poco cine y un mucho de reencontrarse con los viejos amigos. La gran traca cinéfila viene después. Todo es cuestión de situarse y tomar conciencia para afrontar una larga semana llena de películas y vivencias que les iré exponiendo en sucesivos posts. Mañana un poco más.

No hay comentarios: