Dino Risi, uno de los padres de la comedia italiana de los años 50 y 60, se nos escapó de este mundo hace un par de días. Junto a gente como Scola, Comencini o Monicelli, se significó como uno de los principales impulsores de un género que cobró una especial relevancia en esos tiempos. Su cine, en general, retrató una sociedad descompuesta y maltratada por una larga guerra de la que acababan de salir, aunque de manera irónica y a través de un sentido del humor tan cínico como popular.
Trabajó con los actores más grandes del mercado europeo e incluso del internacional. Sophia Loren, Vittorio Gassman, Ugo Tognazzi, Alberto Sordi, Jean-Louis Trintignant o la espléndida Ann-Margret, fueron tan sólo algunos de los rostros, entre otros muchos, que frecuentaron su cine y cuya presencia ayudó a la hora de otorgarle el merecido calificativo de maestro.
Su primer gran éxito fue en 1955 gracias a Pan, Amor Y... , un divertido título realizado para total lucimiento de una pareja en auge: Vittorio de Sica y Sophia Loren, aunque no sería hasta 7 años más tarde que recibiría el reconocimiento definitivo con La Escapada, su obra maestra indiscutible y uno de los mejores títulos de la historia del cine italiano.
A partir de ese punto álgido en su carrera, alternó la práctica de films episódicos como los imprescindibles Monstruos de Hoy o ¡Qué Viva Italia! -una de las variantes más genuinas de la cinematografía de su país- con cintas que, con el paso del tiempo, se han convertido en verdaderos clásicos de la comedia y en inmejores estudios costumbristas de un país y una época. Perfume de Mujer, La Mujer del Cura o El Profeta conforman una buena muestra de ello. Huyendo de su estilo, aunque sin renunciar a su acidez habitual, el maestro incluso se permitió alguna que otra incursión en el thriller político y social, como demostró perfectamente con la muy compacta En El Nombre del Pueblo Italiano.
Al igual que ocurrió con la mayoría de directores italianos de su generación, con el nacimiento de los años 70 su estrella empezó a eclipsarse. A pesar de ello, continúo en activo hasta el 2002, fecha en la que este milanés de la Lombardía completó la cifra de 61 largometrajes realizados. Un genial artesano cuyo único pecado fue, en su debut con Vacanze Col Gangster, reunir por vez primera en una pantalla grande a Terence Hill y Bud Spencer.
Descanse en paz.
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