27.2.15

A la mañana siguiente


No Confíes en Nadie es el estúpido título español del más apropiado Before I Go to Sleep inglés (antes de ir a dormir), aunque, al mismo tiempo, significa un tremendo aviso, ya que muy bien, a ese "no confíes en nadie", se le podría haber añadido la coletilla “ni siquiera en Rowan Joffe”, el director de este thriller protagonizado por Nicole Kidman y Colin Firth, dos actores que repiten juntos en pantalla tras habernos aburrido soberanamente, el pasado verano, con la insulsa Un Largo Viaje.

En esta ocasión, Kidman y Firth dan vida a un matrimonio que está pasando por un mal momento. Ella, después de sufrir un accidente, se ve afectada de un peculiar tipo de amnesia, ya que cada día, al despertar, no recuerda absolutamente nada de su vida anterior, pudiendo retener las nuevas informaciones que le llegan durante tan sólo ese día ya que, a la mañana siguiente, tras haber dormido, volverá a tener su mente en blanco. Un extraño bucle tras el que, en realidad, se esconde mucho más que un simple accidente.


La propuesta, en un principio, engancha. Incluso, para dar más aliciente a la cosa, aparece un tercero en discordia, el siempre efectivo Mark Strong, dando vida a un psiquiatra que trata a la amnésica de la Kidman en secreto, a expensas de su marido. Hasta aquí, todo bien. Después, el invento empieza a torcerse de mala manera.


El gran problema estriba en la realización y en el guión del propio Rowan Joffe quien, basándose en la novela de S. J. Watson, de tanto estirar y remachar las mismas situaciones una y otra vez, transforma a la cinta en una especie de pez, poco apetecible, que no para de morderse la cola. Tanto llega a mordérsela que, por el camino, deja un montón de agujeros sin respuesta y de pasajes totalmente ilógicos, aparte de convertirse en una intriga llena de truculencias y de sorpresas (teóricamente inesperadas) de lo más tramposo.

Un thriller rutinario, falso y exento de cualquier tipo de personalidad. Por mucho que Nicole Kidman se esfuerce en llorar y sufrir de lo lindo y que Colin Firth (igual de pasmarote que casi siempre) intente dotar de cierta entidad y misterio a su personaje, a la película le cuesta muchísimo arrancar. Y, cuando por fin lo logra, lo hace mal, precipitadamente y dejando un rastro de inexplicables enigmas por resolver.


No confíe en nadie… y mucho menos en quien pueda recomendarle una nimiedad como esta.

3 comentarios:

caligula dijo...

Esta mujer últimamente no da pié con bola. Ni en buenas películas ni en películas que den pasta.

El Señor Lechero dijo...

Señores, señoras, alienígenas todos: ha nuerto Leonard Nimoy.

Spaulding dijo...

Pobre Dr. Spock... Esto si que me apena.