16.11.20

SITGES 2020: Jornada 1 (de la guerra civil española y muertos vivientes, de nazis coreanos y de monjas satánicas)

El jueves 8 de octubre, hace más de un mes, empezó la 54ª edición del Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya en Sitges; una atípica edición que se vio marcada por las numerosas medidas de seguridad impuestas por el coñazo del Covid19 que nos está amargando la existencia a todos nosotros. Y, ni corto ni perezoso, después de dos años sin poder acudir al certamen, en esta ocasión pude regresar al mismo en plena forma.

La película inaugural fue Malnazidos, una cinta española dirigida al alimón por Alberto de Toro y Javier Ruiz Caldera, en la que asistimos a una curiosa mezcla entre las películas sobre la guerra civil española, el cine de nazis y el género de zombis. Un trabajo entretenido, un tanto alocado que, filmado con pulso firme, termina por convertirse en un trepidante filme de aventuras fantásticas y que, por momentos, de manera un tanto peligrosa y al mismo tiempo bienintencionada, se asoma sin pudor a la eterna (y a veces tópica) dicotomía de los colores políticos. Un producto digno, narrado sin complejos y con un buen elenco de actores totalmente metidos en sus diversos roles, de entre los que cabe destacar Miki Esparbé y Aura Garrido.

A continuación tocó enfrentarse a uno de los mayores fiascos del festival ya que, después de haber disfrutado de lo lindo hace unos años con el
Train To Busan del coreano Sang-ho Yeon, llega ahora su nefasta y olvidable secuela, Península, en la que el realizador se olvida de recuperar a sus antiguos personajes y, aún sumergido en una hecatombe zombi, apuesta por una historia tan ridícula como falsamente acelerada. Un montón de personajes sin entidad alguna (empezando por una caterva de niños insufribles), un sinfín de abusivos efectos especiales de lo más cantarín y un par de forzados homenajes cinéfilos (sin gracia alguna), a la serie Mad Max y al 1997, Rescate en Nueva York. Una pena de película.

El último film que pude ver durante el primer día de festival fue
Amulet, una de esas tomaduras de pelo que a menudo se pueden ver en Sitges. Se trata de un producto británico, dirigido por la actriz y directora Romola Garai y cuyo único aliciente se encuentra en la presencia de Imelda Staunton (¿qué pinta aquí la pobre Imelda disfrazada de religiosa diabólica?). Una mezcolanza de cine gafapastoso, aburrido hasta la médula y plagado de incoherencias inexplicables en la que se mezclan sombras de una guerra muy reciente, una jovencita al cuidado de una anciana madre y un monja un mucho infernal. Un coctel tan poco exclusivo como irritante.

To be continued…

3 comentarios:

Juan Carlos dijo...

Excelente

Carlos dijo...

Felicidades por el articulo

internet de fibra óptica dijo...

Muy buena