3.12.14

The Mad Doctor

Después de haber dirigido la interesante Efectos Secundarios, Steven Soderbergh se levantó un buen día y espetó: “¡Dejo el mundo del cine!”. Dicho y hecho. Pilló todos sus bártulos, cambió de escenario y, en primer lugar, realizó para la HBO Behind the Candelabra, un espléndido telefilm que, a modo de biopic y contando con la colaboración de unos transformados Michael Douglas y Matt Damon, entraba a saco en la vida del controvertido Liberace. Después, para alegría de los telespectadores, se embarcó en la creación de una de las mejores series de la actualidad, The Knick, cuya primera temporada ha constado de 10 contundentes episodios dirigidos todos ellos por él.

The Knick narra las relaciones del personal del Knickerbocker, un hospìtal neoyorquino de principios del siglo XX, así como las innovaciones médicas y técnicas que tuvieron lugar en ese centro, prestándole una atención especial a la figura de John Tackery, un innovador cirujano que, basado en el personaje real de William Stewart Halsted, nos muestra a un médico conflictivo marcado por su fuerte carácter y su desmesurada afición a la cocaína vía intravenosa. Un espléndido Clive Owen ha sido el encargado de dar vida al doctor Tackery, el actor ideal para dotar de todos los matices posibles a un médico atrapado entre la pasión por su profesión y su desmedida cocainomanía.


La serie, del primer al último capítulo, es sórdida e impactante. No escatima en mostrar imágenes brutales en aquellas escenas en las que el quirófano se convierte en su principal protagonista, al tiempo que se alza como testigo de excepción de una época convulsa, haciendo un retrato excepcional de la miseria, racismo y diferencia de clases sociales que se vivía en la Nueva York de esos años.


Soderbergh, en su serie, no deja títere con cabeza, incidiendo en diversos temas a cual más interesante y perfectamente expuestos. Corrupción, mafias, prostitución, fumaderos de opio, infecciones letales, abortos clandestinos… Un poco de todo y tratado de forma profunda, creíble e incluso, por momentos, ciertamente espeluznante.


Anteayer terminé de ver el décimo y último episodio de la primera temporada. Un gozo de serie. Dura y sin demasiadas concesiones. Ahora, al igual que el doctor Tackery clama ansioso por una nueva dosis de cocaína, espero con impaciencia esa prometida segunda temporada que, por desgracia mía, aún está en fase de gestación. No sé cómo aliviaré mi mono.


No se la pierdan.

4 comentarios:

caligula dijo...

Ya que habla de esta serie, le informo de otra serie británcia titulada A Young Doctor's Notebook. Son sólo dos temporadas de cuatro capítulos de media hora cada uno. Cuenta la historia de un doctor (John Hamm) ruso que trás la revolución soviética es arretado por darle a la morfina, y empieza a recordar sus tiempos mozos al leer sus diarios, apareciendo en flash backs (donde Daniel Radcliffe hace el mismo personaje de joven) su historia como médico rural en Siberia justo durante la revolución rusa y cómo empezó a darle a la morfina. Tiene un humor negro británico que tira de espaldas, siendo lo mejor las conversaciones entre Hamm y Radcliffe (el mismo pesronsaje en dos épocas distintas). La serie es cortita, si puede véala, aunque ya le aviso que a mí el final no me entusiasmó mucho, pero sí todo lo de en medio.

De la que dice usted en el post, la tengo pendiente de visionar (ahora que he terminado con Walking Dead y me pongo con la última de American Horror Story, la veré antes de plantarme con todas las temporadas de Breaking Bad, que todo el mundo me lo dice pero que me está dando una pereza...). Lo único que me echa para atrás de la serie que comenta usted es que sea del Soderbergh, que me parece de un sobrevalorado que tira de espaldas.

Spaulding dijo...

A mi Breaking Bad también me da mucha pereza. Y eso que tengo todas las temporadas listas para ver.

Olvídese de que The Knick es de Soderbergh y dele un vistazo. No creo que se arrepienta. Y tiene un final de lo más negro y perverso.

Me apunto la serie que cita, buen hombre.

caligula dijo...

Como soy muy obediente y suelo hacer caso a sus recomendaciones (sobre todo las que hace de Sitges), y suelen gustarme, estoy echándole un vistazo a The Knick, de momento dos capítulos. Vale, está bien, muy bien ambientada, Clive Owen está que se sale, la historia que cuenta es bastante interesante, aunque algo inverosímil respecto al tema de la integración de los negros (aquello de que pudiera estudiar medicina tranquilamente y sin trabas y que además estuvieran con el tema de que en Europa podía entrar en todas partes como si aquí las cosas fueran diferentes, etc. Espero que no caigan en los topicazos demasiado políticamente correctos que tienen en USA respecto al tema de marras, que se ponen de un cursi...) y los diálogos tienen su coña y su puntito negro. Así que seguiré hasta el final de la temporada. Sólo tengo una pega: la música, me parece horrible, no me gusta nada, de hecho me molesta y mucho. Parece el tipo de música que se utilizaba hace unos 10-15 años para parecer modernete, pero que ahora es haste cutre.

Spaulding dijo...

Estoy de acuerdo con usted. La música, aparte de machaconamente repetitiva, es lo peor de la serie. Pero el resto, está francamente bien. Y lo del negro, aunque no acabe de convencerle, tiene su puntito.