18.12.14

Más de lo de siempre


Por fin, con El Hobbit: La Batalla de los Cinco Ejércitos, Peter Jackson ha puesto fin a sus dos trilogías millonarias sacadas del universo literario de Tolkien. Y digo “por fin” porque he de reconocer que, personalmente y desde el primer El Señor de los Anillos, esta es una saga que me aburre de forma soberana, por mucha fantasía, acción y efectos especiales que la adornen.

Y es que, con La Batalla de los Cinco Ejércitos, Jackson se encalla otra vez y, aunque su film sea tremendamente acelerado y contenga centenares de escenas en donde la acción prima por encima de todo, la cosa no ofrece nada nuevo que no haya mostrado en los títulos precedentes. De hecho, tras su  entretenido prólogo, en donde el dragón Smaug arremete con furia y latigazos de fuego contra un pequeño poblado, la cosa se convierte en un eterno déjà vu, en donde sus personajes (más planos que nunca) entran a saco en un sinfín de aventuras (nada sorprendentes) que culminan en una larguísima lucha, cuerpo a cuerpo, entre enanos y orcos; lucha que, por otra parte, junto con la “encendida” entreda de Smaug, se alza como lo mejor de la (para mi) letárgica función.

Con la entretenida entrega anterior, La Desolación de Smaug, daba la impresión de que Peter Jackson se había quitado de encima la aplastante loza que significó el primer Hobbit, ese Viaje Inesperado que no aportó nada nuevo respecto a la primera trilogía. Ahora, tras ese capítulo central ciertamente potable, cierra la saga desde la nimiedad total y parece que habiéndolo realizado sin muchas ganas: es tal la despreocupación que desvela en el juego visual de las proporciones (la mayoría de ellas erróneas), que hace pensar que el director neozelandés empezaba a estar ya hasta el moño de tanto orco y elfo corriendo arriba y abajo, sin parar, desde hace casi 13 años.


Ánimo y que no les pasa nada. Dispónganse a bostezar, durante dos interminables horas y media, con la pájara dorada del rey Thorin, mientras el buenazo de Bilbo idea estrategias para frenar el mal rollo creado entre distintas razas de la Tierra Media. Suerte que entre tanta contienda belicosa, urdidas para vender descaradamente y con posterioridad diversas versiones de juegos para videoconsolas, al menos uno puede disfrutar con el buen hacer de gente como Ian McKellen (eterno Gandalf), Cate Blanchett (muy fugaz en esta ocasión) o, sin ir muy lejos, Martin Freeman, un sólido actor que día a día se ha ido labrando una atractiva carrera, aunque sea haciendo de hobbit por esos mundos de Tutatis. Algo es algo. Ya saben: menos da una piedra.

3 comentarios:

caligula dijo...

Bien siento darle malas noticias, don Spa, pero en estas dos noticias se dice que es más uqe posible que siga con los elfos, hobbits y enanos, que todavía le queda El Silmarillion y relatos cortos (a este tío un relato corto de diez páginas le da para otra trilogía de 9 horas)

http://www.bbc.com/news/entertainment-arts-30283141
http://www.hobbyconsolas.com/noticias/peter-jackson-no-descarta-volver-tierra-media-unos-anos-104518

Pero bueno, todavía es peor esta noticia:
http://hoycinema.abc.es/noticias/20141218/abci-piratas-caribe-reboot-orlando-201412180920.html

Otra más de Piratas del Caribe con Orlando Bloom de protagonista!!

Spaulding dijo...

Joer... ¡cuanto castigo se nos avecina!

El Señor Lechero dijo...

Ya la cuarta de "Piratas del Caribe" con la Pe y su hermana clónica fue bastante mala. Y lo de Jackson y el Silmarilión ¡ufff!