Con Los Amantes Pasajeros, Pedro Almodóvar ha
intentado un retorno a la comedia “loca” y “popera” que tan bien le funcionó en
los 80 con Pepi, Luci y Bom. Pero los tiempos han cambiado. La irreverencia del
realizador ya ni es fresca ni inspirada y ni siquiera sorprende a su público
más fiel, cansado de presenciar siempre los mismos chistes.
Con su nuevo film -una sátira amariconada sobre esa
saga de catástrofes aéreas que promovió el Aeropuerto de George Seaton en 1970
y del que se cachondeó de forma brillante el colectivo ZAZ con Aterriza ComoPuedas-, Almodóvar urde una forzadísima trama para presentar a sus pasajeros y las historias que les rodean. Un asesino a
sueldo, una prostituta de lujo, una visionaria solterona o un tipo corrupto que huye de
la justicia, son sólo algunos de los personajes que forman parte del pasaje de un avión con destino
a Méjico que tiene claros problemas para aterrizar.
Sobre cada uno de ellos, el director manchego traza
cuatro líneas para describir sus pormenores. Cuatro líneas innecesarias y
escritas con desgana, pues lo que en realidad le interesa es potenciar en todo
momento a ese trío de azafatos “locuelos” encargado de la clase VIP; tres mariconas que parecen escapadas de esas comedias cutronas con las
que Ozores y similares nos castigaban en los 70, aunque muy pasados de rosca, hablando
sin parar de nabos y pollas y cuya cumbre escénica se localiza en la insoportable
coreografía del tema I’m So Excited de las Pointers Sisters. De juzgado de
guardia. Y eso ya sin hablar de las conversaciones que se establecen entre el
piloto y el copiloto: una defensa a ultranza de la homosexualidad como mejor
opción sexual.
Ese desmadre obsceno que en Pepi, Luci y Bom tenía
gracia debido a su carácter transgresor, repetido treinta años después resulta patético,
extremadamente falso y decadente. Tanto por la facilona apología que hace de
alcohol y drogas como por sus cansinos gags pretendidamente desvergonzados. Sus
chistes única y exclusivamente se apoyan en el sexo, aunque de forma tan
simplona como la de confundir la palabra “llamada” por “mamada”. De vergüenza
ajena. Fácil, fácil, fácil.
Los Amantes Pasajeros denota una falta de
inspiración alarmante. Es aburrida, monótona, sin (puta) gracia y sin un guión mínimamente coherente. Una
burla total, sin sentido, construida a golpe de nabos, rabos y culos. Y lo peor
de todo es que incluso, una gran actriz como Cecilia Roth, hace gala de una de
sus peores interpretaciones. Dicen que, para un actor, no hay nada más
desalentador que no creer en el producto en el que está metido. Y, créanme, la
cosa esta de Almodóvar es para salir pitando.
8 comentarios:
Menuda somanta de palos. No la he visto, pero el trailer ya echaba de espaldas. En cualquier caso, una de las críticas más negativas que recuerdo haberle leído, Spaulding.
Después de "Volver", Almodóvar ha ido cayendo en picado, con alguna salvedad formal.
Yo iría más atrás y me remontaría a "Todo sobre mi madre", amén de recordar la magistral reflexión que micer Caligae hizo cuando Peeeeeeeedro nos amenizó con su anterior parida, la de "La piel que habito". No sé qué tal habrá funcionado en taquilla -en algunos sitios ha ido como un tiro y por aquí no se ha visto mucho- pero Almodóvar hace tiempo que agotó el tarro de las esencias.
La taquilla del primer fin de semana ha sido espléndida, aunque un poco por detrás de la de "Volver".
Por cierto, a mi gusto, "Volver" es de lo mejorcito de la filmografía de Almodóvar. Y con diferencia.
Vaya, no me acuerdo: ¿cuál fue mi reflexión? Porque, para mí, Almodóvar tiene básicamente Mujeres al borde de un ataque de nervios, Todo sobre mi madre y La Flor de mi Secreto, el resto ni fú ni fá, salvo las tremendamente horrendas Kika, La Piel que Habito y, sobre todo, La Mala Educación. No me acuerdo de mi reflexión, pero seguro que era cojonuda, claro.
No es su mejor película de comedia, está a años luz de "Mujeres al borde de un ataque de nervios", pero se deja ver. Por cierto, y ya que eres cinéfilo al igual que yo, te dejo un nuevo blog de cine que encontré el otro día: http://todocinemaniacos.wordpress.com
Y después de Los Amantes Pasajeros aun saldrán esos que dicen que en España no gusta Almodóvar porque tiene éxito en el extranjero...
Hombre, eso de que Almodóvar no gusta en España se cae por su propio peso cuando se ve la taquilla que hace. Que no lleva tanta gente como, pongamos, El Señor de los Anillos o cualquier Spielberg, pues no, pero ni aquí, ni en Francia (donde supuestamente le adoran, pero que tampoco es tan cierto...). Pero, claro, en este país siempre se le hace más caso al que insulta y critica (es más divertido)
Y después está el rollo victimista de Almodóvar, que le encanta lloriquear que en España no le quieren y le critican y no le dan premios, y tal cual... algo que se cae también por su propio peso. Es un llorón y es parte de su autopromoción.
Otra cosa es que a mí no me guste.
No, lo que pasa con Almodovar es que le dan premios fuera y en España suelen pasar de él. Y la crítica le zurra(mos) cuando lo merece y los críticos de fuera le rien las gracias igual que aquí en España les reímos las gracias a otros que me sé yo porque es de fuera, y punto. El exotismo foraneo y cosas así. En fin.
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