Este fatídico mes de agosto se ha llevado a grandes
estrellas del Séptimo Arte. Ayer, y cerrando el círculo, le tocó el turno al británico
Richard Attenborough quien, a sus 90 años de edad, inició la gran evasión
cruzando un puente lejado y encaminándose, a bordo del vuelo del Fénix, hacia
tierras de penumbra.
Atrás dejaba un camino lleno de sangre, sudor y lágrimas, marcado por la imagen del Yang-Tsé en llamas y por su amistad con el extravagante doctor Dolittle, con quien se enfrentó a vida o muerte contra el estrangulador de Rillington Place para desbaratar el código de los inmorales
que regía en su plan siniestro.
“Grita libertad”, fue el consejó que le dio el pacifista Gandhi a quien
le replicó con un “si quieres ser millonario, no malgastes el tiempo trabajando”,
al tiempo que ambos se dirigían a un estreno de un film de Chaplin; una
anécdota que demuestra el factor humano de un director y actor que vivió un
momento mágico e inolvidable en pleno Parque Jurásico.
Descanse en paz.
3 comentarios:
Nos queda su hermano el documentalista.
Jo, qué lío!! que no estaba muerto, que estaba de parranda!!
http://www.canarias7.es/articulo.cfm?id=347001
Que dicen que Peret no se ha muerto
Ya han confirmado que la ha palmado, micer Caligae. Con los grandes siempre pasa igual, porque al Fary también lo enterraron antes de tiempo.
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