El sexto día, el Auditorio del Meliá Sitges abrió
con La Piel Fría, la adaptación cinematográfica de la novela de Albert Sánchez
Piñol y en la que, contando con muy pocos personajes, se nos narra la tensión
que sufrirán un farero y un estudioso cuando, en medio de una solitaria isla,
hayan de enfrentarse a un ejército de criaturas marinas con un mucho de Pitufos por su aspecto azulado. Contando con un buen look visual, la
película acaba aburriendo hasta a las musarañas, resulta cansinamente repetitiva
y, en su traslación a la pantalla, ni sus guionistas (Jesús Olmo y Eron Sheean)
ni su director (Xavier Gens) han sabido salvaguardar la fuerza de la novela
original. La verdad es que, personalmente, me importaba un pimiento esa
historia de amor, a lo bella y la bestia, que nace entre el científico y la desprotegida pitufa
a la que los dos hombres deciden dar cobijo.
The Maus es un film español que, ambientado en
Bosnia y Herzegovina (aunque, en realidad, filmado en bosques hispanos), nos
narra una historia tensa, de violencia y mal rollete, cuando un joven
matrimonio queda atrapado en un bosque bosnio tras tener una avería su
automóvil. Allí, con la peligrosa presencia de un par de personajes no muy
fiables, la pareja empezará a sufrir las consecuencias de la Guerra de los
Balcanes. Su inicio es prometedor, inquietante y magnético. La cosa pinta bien,
pero a la media hora, cuando ha agotado todos los recursos y el suspense
inicial se ha deshinchado del todo, The Maus se convierte en un despropósito,
lleno de falsos giros de guión y de situaciones pésimamente resueltas. Y
atención a su artificioso y truculento final: de juzgado de guardia. Una fallida ópera prima la del
asturiano Yayo Herrero.
A Day es un producto de Corea del Sur que, dirigido
por Sun-ho Cho, se intenta erigir en un complejo homenaje de la magnífica Atrapado en el Tiempo de Harold Ramis. Sin llegar, en ningún momento, a la esplendidez narrativa y cómica del
film de Ramis, A Day apuesta más por el drama y el suspense que no por
la comedia y, rizando el rizo yendo más allá de un solo personaje, entra en
el bucle temporal que sufren tres tipos distintos en la repetición de un mismo
día. En este caso, un doctor intentará evitar la muerte de su hija ocurrida
durante un brutal accidente de circulación; accidente en el que también estarán
involucrados un taxista y el marido de una segunda víctima mortal. La película
no empieza mal, pero por su afán (un tanto repelente) de involucrar a
demasiados personajes en el mismo caracolillo, la idea se pierde en un maremágnum
de chorradas e ingenuidades que sólo conducen hacia un final tan acomodaticio
como apto para todos los públicos. Una verdadera chorrada que, al menos, posee el mérito de no aburrir.
To be continued…
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