28.8.14
Más de una lágrima caerá en la arena
Gràcies, Peret, per fer de la rumba tot un art.
Descansa en pau.
(Últimamente, más que un blog de cine, esta página se está convirtiendo en un cementerio virtual)
25.8.14
El vuelo del Fénix
Este fatídico mes de agosto se ha llevado a grandes
estrellas del Séptimo Arte. Ayer, y cerrando el círculo, le tocó el turno al británico
Richard Attenborough quien, a sus 90 años de edad, inició la gran evasión
cruzando un puente lejado y encaminándose, a bordo del vuelo del Fénix, hacia
tierras de penumbra.
Atrás dejaba un camino lleno de sangre, sudor y lágrimas, marcado por la imagen del Yang-Tsé en llamas y por su amistad con el extravagante doctor Dolittle, con quien se enfrentó a vida o muerte contra el estrangulador de Rillington Place para desbaratar el código de los inmorales
que regía en su plan siniestro.
“Grita libertad”, fue el consejó que le dio el pacifista Gandhi a quien
le replicó con un “si quieres ser millonario, no malgastes el tiempo trabajando”,
al tiempo que ambos se dirigían a un estreno de un film de Chaplin; una
anécdota que demuestra el factor humano de un director y actor que vivió un
momento mágico e inolvidable en pleno Parque Jurásico.
Descanse en paz.
13.8.14
Si me necesitas, silba
Tener y no tener
Agente confidencial
El sueño eterno
La senda tenebrosa
Cayo Largo
El trompetista
El rey del tabaco
Cómo casarse con un millonario
La tela de araña
Escrito sobre el viento
Mi desconfiada esposa
La India en llamas
La pícara soltera
Harper, investigador privado
Asesinato en el Orient Express
El último pistolero
El amor tiene dos caras
Dogville
Su nombre: Lauren Bacall. Sobran las palabras.
Descanse en paz, buena mujer.
12.8.14
Morir todavía
Robin Williams, uno de los actores más populares de
Hollywood, nos ha dejado esta madrugada a los 63 años de edad para pasar a
formar parte del Club de los Poetas Muertos. Para evitar su marcha, de poco
sirvió la amistad que mantenía con personajes de la talla de Popeye, Hamlet, El Capitán Garfio o el Barón Munchausen.
La memoria de los muertos nos indica que ahora descansa más allá de los sueños. Ya nunca más sufrirá de insomnio y sus despertares
serán mucho más tranquilos que los del indomable Will Hunting.
Atrás quedan los tiempos en que, ejerciendo de
agente secreto, adoptó la personalidad de un rey pescador para, durante nueve meses, tontear con la mismísima Sra. Doubtfire mientras iba desmontando a Harry, en el fondo las ilusiones de un mentiroso que hicieron de los locos de Hollywood una
verdadera jaula de grillos que se alimentó de los retratos de una obsesión.
Tras pasar una noche en el museo, hoy asistirán a la
despedida del mejor padre del mundo el payaso Patch Adams, el muñecote Smoochy, El Hombre Bicentenario y Flubber y el Profesor Chiflado.
El mundo según Garp nos pronostica que cada amanecer,
tras oír un lejano grito a la voz de “¡Jumanji!”, un elocuente locutor dará los buenos días al Vietnam desde todas las radios del mundo: ¡¡¡Good morning, Vietnam!!!
Descanse en paz.
7.8.14
La Pandilla Basura
Cuatro años antes de su debut como realizador en el 2005 con Harsh Times (Vidas al Límite), David Ayer firmaba como guionista Training Day, uno de
los mejores thrillers de la década pasada y en donde ya empezaba a perfilarse
una de las constantes de su cine: la corrupción policial, tal y como dejó patente en su segundo título como director, Dueños de la Calle. Ahora, con
Sabotage, vuelve a la carga con su tema preferido y enmarca la podredumbre del
cuerpo policial en el seno de una unidad de la DEA capitaneada por el mismísimo
Arnold Schwarzenegger quien, en esta ocasión, asume un papel protagonista marcado
por la oscura dualidad de su personaje, John “Breacher” Warton, un hombre al
límite que, junto con los integrantes de su equipo, aparca la ética a un lado
para dar un golpe millonario a uno de los cárteles de la droga más violentos.
Lo que nadie esperaba es que, tras el golpe, los miembros de su grupo irán
siendo asesinados uno a uno.
Uno de los aciertos de Sabotage radica en el retrato
que hace de cada uno de los miembros del grupo policial y sus devaneos entre
ese débil línea que separa el bien del mal, empezando por la figura del propio
Schwarzenegger, un poli marcado por un hecho violento del pasado y de
procederes bastante discutibles. Y, a pesar de que el hombre ya no está para
ciertos trotes y de cargar con un rol alejado de sus sempiternos personajes, saca
adelante a su personaje con dignidad, al igual que el resto de actores,
tanto a uno como al otro lado de la línea divisoria.
Lo que menos le importa a David Ayer es la investigación policial
que lleva a cabo una inspectora de policía (una efectiva Olivia Williams) para
dar con el asesino de los componentes del grupo de la DEA comandados por “Breacher”, así como averiguar las posibles implicaciones ilegales de éstos. En realidad, lo que más le
importa al realizador a la hora de poner a punto su trabajo es su frenético estilo
(tanto narrativo como visual) y, ante todo, esa amoralidad con la que subraya a
cada uno de sus protagonistas, empezando por el citado Schwarzenegger (¡por Tutatis, qué farragoso resulta escribir su dichoso apellido!) y
terminando por el único miembro femenino de su equipo (espléndida Mireille Enos), una mujer enganchada a
todo tipo de drogas y emociones.
Un thriller atípico, dotado de un inicio impactante
y filmado con empaque y ritmo; mucho ritmo, tal y como se demuestra en unas
cuantas escenas de acción perfectamente planificadas, como la vibrante persecución automovilística, a tiro limpio, por las calles de la
ciudad de Atlanta. Y, de propina, el regalo de la descripción de los originales
asesinatos de los integrantes de “la pandilla basura” protagonista, todo un guiño
a los Diez Negritos de doña Agatha Christie: toda una sofisticación.
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