45 Años (nominada a mejor actriz principal:
Charlotte Rampling). Un film sencillo aunque efectivo que retrata, a través de
un tiempo pausado y una mirada íntima y aséptica, la relación de un
matrimonio entrado en años que está a punto de celebrar su 45 aniversario como
pareja. Ella (una espléndida Rampling) aún es una mujer activa y con ganas de
hacer cosas; él, es ya un hombre cansado, con una dolencia cardiaca y que está
pasando por un mal momento psicológico ya que, días antes de la celebración,
recibe una carta notificándole el haber encontrado el cuerpo congelado e
intacto, en los Alpes suizos, del que fuera su primer gran amor. Toda ella muy
british (con campiña incluida) y totalmente resaltable por el perfecto duelo
interpretativo entra la actriz nominada y su pareja, un encomiable Tom Courtenay.
Brooklyn (nominada a mejor película, mejor guión
adaptado y mejor actriz principal: Saoirse Ronan). Una historia correcta y
totalmente funcional que, sin embargo, nos cuenta una historia vista miles de
veces en la gran pantalla: la de una joven irlandesa que, en los años 50,
decide emigrar a los EE.UU. para instalarse en el neoyorquino barrio de
Brooklyn. Con el corazón aún residiendo en su país natal, poco a poco irá
entrando en las formas y maneras de vivir de los habitantes de Nueva York,
hasta que un hecho inesperado la obligue a regresar a su pequeño pueblo
irlandés. Más de lo mismo y con una Saoirse Ronan que, pese a su nominación, se
queda encallada en un registro tan facilón como cansino: el de poner cara de
apenada a lo largo y ancho de sus casi dos horas de proyección. Difícil
resulta entender las nominaciones a mejor película y mejor guión.
Carol (nominada a mejor guión adaptado, fotografia, vestuario, música y a mejor
actriz principal y secundaria: Cate Blanchett y Rooney Mara, respectivamente). Basada
en la novela The Price of Salt de Patricia Highsmith (que la autora firmó bajo seudónimo
en su tiempo) narra la relación sentimental que se establece entre dos mujeres en
el New York de los años 50, tiempo en el que la sociedad no aceptaba de ningún modo el
concepto de homosexualidad. Carol es una mujer madura, casada y
con una hija; Therese es una joven veinteañera, empleada en unos grandes
almacenes y que acaba descubriendo el amor verdadero en la persona de Carol.
Film sobrio e inteligente que se aproxima de frente a un tema que durante años
fue considerado tabú y que cuenta con las estupendas interpretaciones de una
Blanchett deslumbrante y una Rooney Mara fuera de serie dando vida, esta última, a una joven
confusa y asustada al mismo tiempo. Lástima de la frialdad y distancia con la
que la cámara de Todd Haynes se aproxima a sus dos principales personajes.
Sería todo un puntazo que ambas actrices consiguieran la estatuilla dorada por
sus dos inolvidables creaciones.
Creed. La Leyenda de Rocky (nominada a mejor actor
secundario: Sylvester Stallone). Stallone vuelve a materse de nuevo en el
cuerpo del legendario Rocky Balboa, un boxeador retirado que regenta un pequeño
restaurante y que saldrá finalmente de su letargo voluntario cuando se decida a
entrenar a una joven promesa de los cuadriláteros: el hijo putativo del que
fuera su gran amigo Apollo Creed. La película aburre soberanamente, ya que se
trata de una colección de tópicos de lo más alarmante, pero es la manera más cómoda
(visto que Sly ya está hecho unos zorros) de seguir alargando la
franquicia de Rocky hasta la saciedad. Él, a pesar de su pésimo aspecto físico,
demuestra haberse convertido por fin en actor (cosa que ya se intuía en la
interesantísima Cop Land), mientras que el pequeño hijo de Creed, Michael B.
Jordan, no pasa de ser una mera figurita de lo más inexpresivo y soso. Dos
horas y cuarto totalmente innecesarias: toda una fábrica de bostezos que, a
pesar de los pesares, podría conseguirle ese preciado Oscar a Stallone que ya estuvo a
punto de acariciar con su primer Rocky.
Joy (nominada a mejor actriz principal: Jennifer
Lawrence). Tercera colaboración entre el realizador David O. Russell con
Jennifer Lawrence tras El Lado Bueno de las Cosas y La Gran Estafa Americana.
Y, en esta ocasión, totalmente insoportable. Tanto la película, en sí misma,
como por la interpretación de una engreída Lawrence capaz de crispar al
espectador más tolerante. Sin saber bien si decantarse por la comedia o el
melodrama, O. Russell opta por una infumable mescolanza de ambos géneros para
narrar la (nada atractiva) vida de la que se convirtiera en reina de las
teletiendas y, a su vez, en una empresaria capaz de tirar adelante a su
disfuncional familia. Lo del sueño americano y la oportunidad para todos ya
empieza a apestar. Y de propina, por si no tienen suficiente, la endeblez
inaguantable de Bradley Cooper (otro habitual del dire) y las sobrecargadas
muecas de De Niro. Dos horas de martirio asegurado. Para salir huyendo.
La Chica Danesa (nominada a mejor actor principal y
mejor actriz secundaria: Eddie Redmayne y Alicia Vikander respectivamente). Si
el año pasado Redmayne obtuvo el Oscar por dar vida a Stephen Hawking, en esta
ocasión lo vuelven a nominar por ponerse en la piel de Einar Wegener, el primer
transexual reconocido en el mundo bajo el nombre de Lili Elbe. Lo que debería
ser una mirada emotiva y profunda sobre la valentía de Einar, acaba
siendo un film tan plomizo como absolutamente distante con sus personajes. Y es
que Tom Hooper, su director, no acierta en absoluto en el modo de acercarse a
una historia que, pese a sus buenas intenciones (que de haberlas, haylas),
acaba aburriendo al más pintado. De nada sirven los esfuerzos (más bien
mínimos) de Redmayne y Vikander para crear a sus respectivos personajes.
La Gran Apuesta (nominada a mejor película, dirección,
guión adaptado, montaje y actor secundario: Christian Bale). Adam McKay, su
director, nos acerca a varios personajes que, desde distintos focos, supieron
anticipar la gran catástrofe económica mundial del 2008. Un pretencioso juego
didáctico (del que no se entiende casi nada por culpa de un lenguaje difícil de
comprender para el gran público) cuyo único interés reside en las
caracterizaciones físicas (en general, demasiado exageradas) de sus numerosos
protagonistas: Ryan Gosling, Steve Carell, Brad Pitt o un desmadrado Christian
Bale, entre otros. A pesar del ritmo que le imprime a su montaje y del
cinismo que desvela algunos de sus pasajes, el invento resulta de lo más plomizo. A
pesar de sus intenciones, poca cosa (en términos económicos) descubre al
espectador. Sobre el mismo tema, mucho más profunda, clarificadora y menos
artificiosa resultaba la demoledora Margin Call.
La Habitación (nominada a mejor película, dirección,
guión adaptado y actriz principal: Brie Larson). Una primera bastante
pretenciosa y difícil de digerir, tanto por su hermetismo escénico como por la
manera de estar filmada y narrada, da paso a una segunda parte mucho más
convencional aunque igual de dura y contundente que su (excesivamente) largo fragmento inicial.
Dirigida por el dublinés Lenny Abrahamson, cuenta la cáustica experiencia de una
joven que tras ser secuestrada, pasará siete años de su vida encerrada en una
pequeña habitación, lugar del que saldrá fortuitamente al exterior en compañía de un hijo
de 5 años; un niño que nunca antes había estado en contacto con el mundo exterior.
Pretendidamente transgresora, cruda y -siguiendo con la tónica de las nominadas de
este año-, soberanamente aburrida. Lo mejor, sin lugar a duda, se encuentra en el espléndido y
difícil trabajo interpretativo de Brie Larson, la joven que da vida a la madre
secuestrada y que se ve perfectamente apoyada y compensada por el pequeño Jacob
Tremblay, al que injustamente no se ha nominado.
Spotlight (nominada a mejor película, dirección,
guión original, montaje y actor y actriz secundarios: Mark Ruffalo y Rachel
McAdams). Tom McCarthy, su director, se acerca a la investigación llevada a
cabo por el equipo Spotlight del Boston Globe que destapó a todo el mundo el
encubrimiento que, durante décadas, realizó la Iglesia Católica sobre los
numerosos casos de pederastia en el seno de la misma. Un film necesario e
interesante al que, sin embargo, le falta poner toda la carne en el asador y
entrar más a saco en muchos (demasiados) aspectos, aparte de que su dirección, sin alma alguna. resulta
tan plana que, por momentos, parece un producto realizado directamente para
televisión. En manos de un Costa-Gavras, por ejemplo, otro gallo nos hubiera cantado.
Steve Jobs (nominada a mejor actor principal y mejor
actriz secundaria: Michael Fassbender y Kate Winslet respectivamente). Una
nueva vuelta de tuerca sobre el personaje de Steve Jobs para la cual Danny
Boyle, su director, se apoya en la pirueta argumental escrita por el
todoterreno Aaron Sorkin, resumiendo la vida y miserias del mecenas de la
informática en tres únicos actos, ambientados todos ellos entre bambalinas,
justo antes de las presentaciones a la industria del sector de algunos de sus
productos. Una propuesta un tanto pedantilla (otros dirán que curiosa y brillante), difícil
de digerir y que, a mi gusto, tan sólo coge algo de interés en su tercer y último acto.
De paso y aprovechando la coyuntura, aprovecho para dejarles bien claro que no
puedo con el Michael Fassbender de las narices. ¿Pero qué cojones le encuentran
a este hombre?
Otras nominadas:
Del Revés (mejor película de animación y guión
original) – ver crítica.
El Puente de los Espías (mejor película, guión
original, música, mezcla de sonido y actor secundario: Mark Rylance) – ver crítica.
El Renacido (mejor película, dirección, fotografía,
montaje, vestuario, maquillaje, mezcla de sonido, montaje sonoro, efectos
visuales, diseño de producción y actores principal y secundario: Leonardo
DiCaprio y Tom Hardy) – ver crítica.
Los Odiosos Ocho (mejor fotografía, banda sonora y
actriz secundaria: Jennifer Jason Leigh) – ver crítica.
Mad Max: Furia en la Carretera (mejor película,
dirección, fotografía, montaje y vestuario) – ver crítica.
Marte (The Martian) (mejor película, guión adaptado,
mezcla de sonido, montaje sonoro, efectos visuales, diseño de producción y
actor principal: Matt Damon) – ver crítica.
Sicario (mejor fotografía, banda sonora y montaje sonoro) - ver crítica.