Durante la recta final del festival, por cuestiones
que no vienen al caso, sólo tuve la posibilidad de asistir a la proyección de
dos de los títulos programados.
El viernes 18, le tocó el turno al nuevo film de Renny
Harlin, el director finlandés afincado en los EE.UU. desde los
años 80 con títulos como La Jungla 2 (Alerta Roja) o el muy trepidante Máximo Riesgo. Ahora es
el turno de The Dyatlow Pass Incident, una cinta ambientada en las nevadas
montañas de los Urales y que, recurriendo a la técnica del found foutage, narra
las aventuras de un grupo de jóvenes estudiantes que, contando con una cámara
de vídeo profesional, viajan hasta el
lugar en donde los nueves integrantes de una expedición murieron en extrañas
circunstancias en 1959. Dispuestos a descubrir las claves del enigma, se verán
envueltos en un historia en donde el horror no se hará esperar.
Harlin, en su primera hora, demuestra su firme pulso
narrativo y su curioso y efectivo manejo del found foutage. Después, a medida que los
montañeros protagonistas se acercan a la obtención de posibles
respuestas, al realizador se le va un poco la olla, llegando a momentos de
desatino total cuando la acción pasa a centrarse al interior de un gigantesco
búnker excavado en la montaña. Allí, en pleno delirio visual y narrativo, se
olvida de que juega a ser un falso documental y, pensando con la mente
de un fabricante de mainstreams, entro de lleno en una postproducción plagada
de retoques digitales y efectos especiales, rompiendo con ello el toque realista que en un principio buscaba. Y ello sin hablar (por no entrar en
spoilers) del imposible zoom final. Un film fallido por culpa de sus excesivos desmanes
artificiales.
El sábado 19 de octubre, último día del Sitges 2013,
tan sólo puse asistir al pase de Lesson Of The Evil, cinta de horror del nipón
Takashi Miikem, uno de los directores homenajeados este año por el festival. En
ella, asistimos al retrato de un profesor de instituto tras el que se esconde
un psicópata en potencia y que verá potenciada su mala leche por los numerosos
desatinos, a todos los niveles (ante todo hormonales), que se suceden entre
alumnos y maestros de la escuela en las que imparte clases de inglés.
Marcada por un tema musical estrella (el Die Moritat
von Mackie Messer de la ópera de Bertolt Brecht y sus numerosas variaciones
jazzísticas bajo el nombre de Mack The Knife), a la película le cuesta bastante
arrancar, aunque una vez superados sus primeros treinta minutos, la cosa da un vuelco y
tras varios flash-backs macabros que acaban por definir la personalidad y el
oscuro pasado del mentor protagonista, entra de lleno en una imparable espiral
de violencia que termina en una larga orgía de sangre al más puro estilo de la
matanza de Columbine y similares. Un film tenso y contundente que, junto con 13 Asesinos y a pesar de su clara diferencia temática, se convierte en uno de los
mejores trabajos de un realizador caracterizado por sus excesos; excesos a los
que tampoco renuncia en esta ocasión.
Y ya, para terminar con la crónica de esta 46ª. edición
del Festival Internacional de Cinema de Cataluna – Sitges 2013, les dejo con mi
top-five particular:
2. Borgman
4. Enemy
5. Byzantium