La tercera
entrega de las precuelas de Star Trek iniciadas por J. J. Abrams, Star Trek: Más Allá, no va en ningún momento más allá, tal y como parece indicar su
título, sino que se queda estancada en una historia mínima que no ofrece
absolutamente nada nuevo al espectador.
Dirigida en
esta ocasión por Justin Lin (el mismo de algunos de los trepidantes capítulos de Fast & Furious) y
producida por el propio Abrams, la cinta se queda estancada en una aventura tan
nimia que, al salir de la proyección, lo más fácil es que el espectador olvide
en un abrir y cerrar de ojos toda la explosión de cromas y efectos especiales
que acaba de ver. Y es que, de guión, hay bien poco, por no decir que casi,
casi, resulta inexistente.
Los
tripulantes de la nave espacial Enterprise, en su deambular por confines de la
galaxia en busca de pactos con otras especies, se enfrentarán a un nuevo
enemigo que, como siempre, estará a punto de desmantelar toda su estructura. O
sea, nada nuevo que degustar. Lo mismo de siempre aunque con el agravante de
que, a pesar del imparable ritmo que intenta imprimirle Lin mediante de un
montaje tan acelerado que resulta imposible saber qué narices está sucediendo
en pantalla, la película terminó por aburrirme soberanamente.
Los
personajes se han quedado atascados y no avanzan. Todo cuanto ocurre y dicen,
no es más que un déjà vu extraviado de las dos entregas anteriores, en general muchísimo más loables y entretenidas que ésta. Y ello sin citar ese desgraciado empeño
por intentar darle un toque de comedia mucho más subido de tono y hortera que
de costumbre; un error que achaco, posiblemente, a la mano directa del
graciosillo de turno, un Simon Pegg que, aparte de su presencia como actor, forma
parte de la cuadrilla de guionistas del invento (¡cinco tíos se han necesitado para escribirlo!).
La Enterprise se ha quedado sin gasolina. Ni Spock ni el capitán Kirk se muestran
capaces de llenar el depósito. Demasiado tiempo intentando sacar provecho de la
serie televisiva creada por Gene Roddenberry en los años 60, aparte de quemar el combustible,
acaba agotando las ideas al más pintado. La gallina de los huevos de oro
empieza a oler a chamusquina.
8 comentarios:
Stark Treck está acabado, La Guerra de Las Galaxias es repetitivo y se la han cargado, mejor no hablamos de cómo ha ido degenerando poco a poco Alien hasta llegar a lo de Prometheus y sus combates Alien vs. Predator. Como hablemos ya de Terminator y cómo han ido cargándose la saga poquito a poquito, la acabamos de liar.
En conclusión: se han cargado poco a poco las grandes sagas/películas de ciencia ficción de los 70-80 hasta agotarlas.
Predicción: siguiendo esa estela, parece que poco vamos a poder esperar de la secuela de Blade Runner...
"Más allá" es un episodio extendido de la serie original con mucho dinero y muchos más agujeros de guión. Para pasar el rato, pero después de medio siglo, trece películas, seis o siete series televisivas... ¿queda algo por contar? No es casual que J. J. haya sido el responsable de relanzar las franquicias estelares y, en algunos casos, la historia era cerrada. Star Wars terminaba con "El retorno del jedi". Finito.
Tienen ustedes dos toda la razón del mundo. Estas franquicias ya no se aguantan por ningún lado. Y a James Bond empieza a pasarle un tanto de lo mismo.
Al menos ahora han hecho esa especie de revival ochentero en forma de serie que es Stranger Things. Mola! Es guay! Recuperando a Winona Ryder y Matthew Modine en una cosa con escenas copiadas de ET o Miedo Azul o la serie Salems Lot o Cuenta Conmigo o... con esos títulos de crédito y esa música totalmente ochentera. La segunda temporada seguro que será una mierda pero esta primera la estoy disfrutando horrores.
Pues esa serie no la he visto. Me la apunto.
Ya me dirá. Yo termine de verla anoche. Está curiosa como vuelta al fantástico de los 80. Yo me lo pasé pipa a pesar de alguno de los críos.
Que le vamos a hacer... Gene Wilder ha muerto. Se terminó el Jovencito Frankenstein.
Por lo visto, el actor que interpretaba al monstruo pasó a mejor vida hace poco.
Publicar un comentario