Miles Ahead significa el debut como director, en el
campo del largometraje, del actor Don Cheadle. Y lo hace con un atípico biopic
sobre la figura del mítico trompetista Miles Davis. Y digo atípico ya que, de
hecho, más que una biografía al uso es un retrato, un tanto anárquico, del
virtuoso músico, en el que se mezclan muchas de las virtudes y de los defectos
del personaje, a ritmo de jazz y plasmado de forma sincopada, huyendo siempre
de la narración lineal que arropa normalmente a este tipo de productos.
Las intenciones de Don Cheadle son buenas: romper
esquemas y acercarse al controvertido músico de forma diferente. Aunque, en el
intento por sorprender, hay demasiadas cosas que se le escapan de las manos ya
que, el episodio central de la historia, es una alucinada del propia Cheadle
como guionista que jamás sucedió en la vida real del compositor; una historia
que, a modo de inesperada buddy movie setentera, acerca al espectador a las
aventuras (más que improbables) que vivieron Miles Davis y un reportero del
Rolling Stones para recuperar una cinta robada al primero y que supondría su
primer álbum tras cinco años alejado de los estudios de grabación.
Un poco de comedia (bastante insustancial y
estúpida) y un mucho de melodrama (insertado a través de sus constantes
flashbacks), conforman el cuerpo argumental de Miles Ahead y en donde, dejando
a un lado sus numerosos y delirantes errores, lo mejor de la función radica en
la caracterización e interpretación que el propio Cheadle hace del virtuoso
Miles Davis; un Davis al que, a pesar de la irregularidad con la que se le aproxima,
es tratado con un cariño muy especia y sin dejar de plasmar su difícil y
complejo carácter, sus múltiples excentricidades y sus devaneos con las drogas
y el alcohol, así como la fallida y torturada historia de amor que vivió con la
bailarina Frances Taylor. En contrapartida a su cuidada actuación, está su
pareja de baile, un Ewan McGregor totalmente perdido y excesivamente apayasado en
el rol de Dave Braden.
Un quiero y no puedo que se queda a medias tintas en
casi todos sus aspectos. Aburre, su ritmo resulta totalmente erróneo y se
pierde en un sinfín de cuelgues sin sentido alguno. ¿Comedia, melodrama,
biopic, musical? Sencillamente, un cajón de sastre
pésimamente ordenado.
Una lástima no haber explotado mejor el siempre
tentador personaje del gran Miles Davis.
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