26.2.16

Flirteando con los nominados

A un par de días de la ceremonia oficial de los Oscar, les propongo un repaso definitivo a la mayoría de nominaciones habidas y por haber.

45 Años (nominada a mejor actriz principal: Charlotte Rampling). Un film sencillo aunque efectivo que retrata, a través de un tiempo pausado y una mirada íntima y aséptica, la relación de un matrimonio entrado en años que está a punto de celebrar su 45 aniversario como pareja. Ella (una espléndida Rampling) aún es una mujer activa y con ganas de hacer cosas; él, es ya un hombre cansado, con una dolencia cardiaca y que está pasando por un mal momento psicológico ya que, días antes de la celebración, recibe una carta notificándole el haber encontrado el cuerpo congelado e intacto, en los Alpes suizos, del que fuera su primer gran amor. Toda ella muy british (con campiña incluida) y totalmente resaltable por el perfecto duelo interpretativo entra la actriz nominada y su pareja, un encomiable Tom Courtenay.

Brooklyn (nominada a mejor película, mejor guión adaptado y mejor actriz principal: Saoirse Ronan). Una historia correcta y totalmente funcional que, sin embargo, nos cuenta una historia vista miles de veces en la gran pantalla: la de una joven irlandesa que, en los años 50, decide emigrar a los EE.UU. para instalarse en el neoyorquino barrio de Brooklyn. Con el corazón aún residiendo en su país natal, poco a poco irá entrando en las formas y maneras de vivir de los habitantes de Nueva York, hasta que un hecho inesperado la obligue a regresar a su pequeño pueblo irlandés. Más de lo mismo y con una Saoirse Ronan que, pese a su nominación, se queda encallada en un registro tan facilón como cansino: el de poner cara de apenada a lo largo y ancho de sus casi dos horas de proyección. Difícil resulta entender las nominaciones a mejor película y mejor guión.

Carol (nominada a mejor guión adaptado, fotografia, vestuario, música y a mejor actriz principal y secundaria: Cate Blanchett y Rooney Mara, respectivamente). Basada en la novela The Price of Salt de Patricia Highsmith (que la autora firmó bajo seudónimo en su tiempo) narra la relación sentimental que se establece entre dos mujeres en el New York de los años 50, tiempo en el que la sociedad no aceptaba de ningún modo el concepto de homosexualidad. Carol es una mujer madura, casada y con una hija; Therese es una joven veinteañera, empleada en unos grandes almacenes y que acaba descubriendo el amor verdadero en la persona de Carol. Film sobrio e inteligente que se aproxima de frente a un tema que durante años fue considerado tabú y que cuenta con las estupendas interpretaciones de una Blanchett deslumbrante y una Rooney Mara fuera de serie dando vida, esta última, a una joven confusa y asustada al mismo tiempo. Lástima de la frialdad y distancia con la que la cámara de Todd Haynes se aproxima a sus dos principales personajes. Sería todo un puntazo que ambas actrices consiguieran la estatuilla dorada por sus dos inolvidables creaciones.

Creed. La Leyenda de Rocky (nominada a mejor actor secundario: Sylvester Stallone). Stallone vuelve a materse de nuevo en el cuerpo del legendario Rocky Balboa, un boxeador retirado que regenta un pequeño restaurante y que saldrá finalmente de su letargo voluntario cuando se decida a entrenar a una joven promesa de los cuadriláteros: el hijo putativo del que fuera su gran amigo Apollo Creed. La película aburre soberanamente, ya que se trata de una colección de tópicos de lo más alarmante, pero es la manera más cómoda (visto que Sly ya está hecho unos zorros) de seguir alargando la franquicia de Rocky hasta la saciedad. Él, a pesar de su pésimo aspecto físico, demuestra haberse convertido por fin en actor (cosa que ya se intuía en la interesantísima Cop Land), mientras que el pequeño hijo de Creed, Michael B. Jordan, no pasa de ser una mera figurita de lo más inexpresivo y soso. Dos horas y cuarto totalmente innecesarias: toda una fábrica de bostezos que, a pesar de los pesares, podría conseguirle ese preciado Oscar a Stallone que ya estuvo a punto de acariciar con su primer Rocky.

Joy (nominada a mejor actriz principal: Jennifer Lawrence). Tercera colaboración entre el realizador David O. Russell con Jennifer Lawrence tras El Lado Bueno de las Cosas y La Gran Estafa Americana. Y, en esta ocasión, totalmente insoportable. Tanto la película, en sí misma, como por la interpretación de una engreída Lawrence capaz de crispar al espectador más tolerante. Sin saber bien si decantarse por la comedia o el melodrama, O. Russell opta por una infumable mescolanza de ambos géneros para narrar la (nada atractiva) vida de la que se convirtiera en reina de las teletiendas y, a su vez, en una empresaria capaz de tirar adelante a su disfuncional familia. Lo del sueño americano y la oportunidad para todos ya empieza a apestar. Y de propina, por si no tienen suficiente, la endeblez inaguantable de Bradley Cooper (otro habitual del dire) y las sobrecargadas muecas de De Niro. Dos horas de martirio asegurado. Para salir huyendo.

La Chica Danesa (nominada a mejor actor principal y mejor actriz secundaria: Eddie Redmayne y Alicia Vikander respectivamente). Si el año pasado Redmayne obtuvo el Oscar por dar vida a Stephen Hawking, en esta ocasión lo vuelven a nominar por ponerse en la piel de Einar Wegener, el primer transexual reconocido en el mundo bajo el nombre de Lili Elbe. Lo que debería ser una mirada emotiva y profunda sobre la valentía de Einar, acaba siendo un film tan plomizo como absolutamente distante con sus personajes. Y es que Tom Hooper, su director, no acierta en absoluto en el modo de acercarse a una historia que, pese a sus buenas intenciones (que de haberlas, haylas), acaba aburriendo al más pintado. De nada sirven los esfuerzos (más bien mínimos) de Redmayne y Vikander para crear a sus respectivos personajes.

La Gran Apuesta (nominada a mejor película, dirección, guión adaptado, montaje y actor secundario: Christian Bale). Adam McKay, su director, nos acerca a varios personajes que, desde distintos focos, supieron anticipar la gran catástrofe económica mundial del 2008. Un pretencioso juego didáctico (del que no se entiende casi nada por culpa de un lenguaje difícil de comprender para el gran público) cuyo único interés reside en las caracterizaciones físicas (en general, demasiado exageradas) de sus numerosos protagonistas: Ryan Gosling, Steve Carell, Brad Pitt o un desmadrado Christian Bale, entre otros. A pesar del ritmo que le imprime a su montaje y del cinismo que desvela algunos de sus pasajes, el invento resulta de lo más plomizo. A pesar de sus intenciones, poca cosa (en términos económicos) descubre al espectador. Sobre el mismo tema, mucho más profunda, clarificadora y menos artificiosa resultaba la demoledora Margin Call.

La Habitación (nominada a mejor película, dirección, guión adaptado y actriz principal: Brie Larson). Una primera bastante pretenciosa y difícil de digerir, tanto por su hermetismo escénico como por la manera de estar filmada y narrada, da paso a una segunda parte mucho más convencional aunque igual de dura y contundente que su (excesivamente) largo fragmento inicial. Dirigida por el dublinés Lenny Abrahamson, cuenta la cáustica experiencia de una joven que tras ser secuestrada, pasará siete años de su vida encerrada en una pequeña habitación, lugar del que saldrá fortuitamente al exterior en compañía de un hijo de 5 años; un niño que nunca antes había estado en contacto con el mundo exterior. Pretendidamente transgresora, cruda y -siguiendo con la tónica de las nominadas de este año-, soberanamente aburrida. Lo mejor, sin lugar a duda, se encuentra en el espléndido y difícil trabajo interpretativo de Brie Larson, la joven que da vida a la madre secuestrada y que se ve perfectamente apoyada y compensada por el pequeño Jacob Tremblay, al que injustamente no se ha nominado.

Spotlight (nominada a mejor película, dirección, guión original, montaje y actor y actriz secundarios: Mark Ruffalo y Rachel McAdams). Tom McCarthy, su director, se acerca a la investigación llevada a cabo por el equipo Spotlight del Boston Globe que destapó a todo el mundo el encubrimiento que, durante décadas, realizó la Iglesia Católica sobre los numerosos casos de pederastia en el seno de la misma. Un film necesario e interesante al que, sin embargo, le falta poner toda la carne en el asador y entrar más a saco en muchos (demasiados) aspectos, aparte de que su dirección, sin alma alguna. resulta tan plana que, por momentos, parece un producto realizado directamente para televisión. En manos de un Costa-Gavras, por ejemplo, otro gallo nos hubiera cantado.

Steve Jobs (nominada a mejor actor principal y mejor actriz secundaria: Michael Fassbender y Kate Winslet respectivamente). Una nueva vuelta de tuerca sobre el personaje de Steve Jobs para la cual Danny Boyle, su director, se apoya en la pirueta argumental escrita por el todoterreno Aaron Sorkin, resumiendo la vida y miserias del mecenas de la informática en tres únicos actos, ambientados todos ellos entre bambalinas, justo antes de las presentaciones a la industria del sector de algunos de sus productos. Una propuesta un tanto pedantilla (otros dirán que curiosa y brillante), difícil de digerir y que, a mi gusto, tan sólo coge algo de interés en su tercer y último acto. De paso y aprovechando la coyuntura, aprovecho para dejarles bien claro que no puedo con el Michael Fassbender de las narices. ¿Pero qué cojones le encuentran a este hombre?

Otras nominadas:

Del Revés (mejor película de animación y guión original) – ver crítica.

El Puente de los Espías (mejor película, guión original, música, mezcla de sonido y actor secundario: Mark Rylance) – ver crítica.

El Renacido (mejor película, dirección, fotografía, montaje, vestuario, maquillaje, mezcla de sonido, montaje sonoro, efectos visuales, diseño de producción y actores principal y secundario: Leonardo DiCaprio y Tom Hardy) – ver crítica.

Los Odiosos Ocho (mejor fotografía, banda sonora y actriz secundaria: Jennifer Jason Leigh) – ver crítica.

Mad Max: Furia en la Carretera (mejor película, dirección, fotografía, montaje y vestuario) – ver crítica.

Marte (The Martian) (mejor película, guión adaptado, mezcla de sonido, montaje sonoro, efectos visuales, diseño de producción y actor principal: Matt Damon) – ver crítica.

Sicario (mejor fotografía, banda sonora y montaje sonoro) - ver crítica.

12.2.16

¿Para qué sirve un oso?


Tras el excelente travelling tuneado que significó Birdman, el mejicano Alejandro González Iñárritu vuelve a la carga con El Renacido, uno de los títulos punteros de esta temporada que recién empieza y que demuestra el poder, tras la cámara, de uno de los directores más potentes del actual panorama cinematográfico.

En él, se nos narra la epopeya de Hugh Glass, un cazador de pieles que, en 1820 y durante una de sus largas incursiones por los bosques, es abandonado por sus compañeros de trabajo tras ser atacado de forma furibunda por un oso. Sus tremendas ganas de vivir y el ansia por vengarse de uno de los tramperos, hará que, poco a poco, vaya sobreponiéndose a sus numerosas heridas para encaminarse hacia la meta marcada; una historia a la que, por otra parte, ya se acercó Richard C. Sarafian en 1971, de manera más rutinaria y endeble, desde El Hombre de una Tierra Salvaje, contando como protagonistas principales con Richard Harris y un inolvidable John Huston.

Ahora, en El Renacido, el protagonismo recae en un insuperable Leonardo DiCaprio y un contundente Tom Hardy, ambos nominados merecidamente al Oscar por sus respectivos trabajos. El primero, casi sin palabras pero capaz de expresar toda su rabia y sus sentimientos tan sólo con la mirada y, el segundo, armando de fuerza a su despreciable personaje gracias a una voz de cazalla que por momentos resulta altamente espeluznante.


Pero en realidad, los verdaderos protagonistas de la cinta y los que se llevan el gato al agua son la elegancia y la brillantez con las que Iñárritu ha tratado su propuesta, tanto desde el aspecto visual (plagado de hermosos paisajes nevados y vertiginosos, aunque sinuosos, movimientos de cámara) como narrativo, siendo un buen ejemplo de ello, sin ir más lejos, su trepidante entrada (en donde una caterva de indios ataca sin piedad al grupo de tramperos) o, por supuesto, una de las mejores escenas rodadas en tiempo: la de la embestida del oso a un desamparado Leonardo DiCaprio; una escena que no me cansaría de visionar una y otra vez y en la que, curiosamente y sin notarse en absoluto, los efectos digitales juegan un papel determinante.


No se pierdan esos 156 minutos de cine en estado puro que nos ofrece el realizador mejicano. Disfrútenlos desde el primero al último y sepan perdonarle que, de vez en cuando, se pierda en mínimas diatribas mentales (muy al estilo de las del Terrence Malik de El Árbol de la Vida), pues el hombre, ante tan buena película, bien se merece dejar de alguna forma su huella como autor; de AUTOR en mayúsculas. Canela en rama. Para llevarse todos los Oscar habidos y por haber.

3.2.16

YoGa 2016

El colectivo Catacric (Catalans Critics), reunido en la noche del 2 de febrero del 2016, en un céntrico lugar de Barcelona, ha decidido otorgar los 27º anti-premios YoGa a lo peorcito de la producción cinematográfica del año 2015.

En sus deliberaciones, el jurado, anónimo y mutante, como cada año, desde hace 27 inviernos, ha tenido en cuenta las apreciaciones, comentarios y sugerencias de los lectores de esta web y de las diferentes redes sociales, como Facebook y Twitter.

Cine extranjero

- Peor película: YoGa Requisitos para ser una masoca normal a Cincuenta Sombras de Grey, de Sam Taylor-Johnson.

- Peor director: YoGa la Matrix que os parió a los hermanos Andy y Lana Wachowski, por El Destino de Jupiter.


- Peor actor: YoGa Johnny be good a Depp por Mortdecai.

- Peores actrices (ex aequo): YoGa Dos chicas sin Garbo, a Greta Gerwig, por Mistress America, y Melissa McCarthy, por Espías.


Cine español

- Peor película: YoGa Los tediosos ocho a Ocho Apellidos Catalanes, de Emilio Martínez-Lázaro.


- Peores directores (ex aequo): YoGa Rodaron por debajo de sus posibilidades, a Alejandro Amenábar, por Regresión, y a Julio Medem, por Ma Ma.

- Peor actor: YoGa ¿Qué me canta doctor?, a Asier Etxeandia, por Ma Ma (y no le robamos La Novia)


- Peor actriz: YoGa ¡Recupera el norte!, a Carmen Machi, por Mi Gran Noche, Ocho Apellidos Catalanes y Perdiendo el Norte.

Especiales

- YoGa Extraños en un tren al desorientado reparto de Incidencias.

- YoGa La reina de la banana, a Rossy de Palma, por su presentación de los premios Gaudí.


- YoGa 20 minutos y volvemos, a la exhibidora Cinesa, por el exceso de publicidad (y el euro de más en los grandes estrenos)

- YoGa Uno de los nuestros, a Pablo Motos, por convertir a los astros en insectos en El Hormiguero.