22.10.14

Torrente's Eleven


Desde principios de este mes, el particularísimo Torrente vuelve a estar entre nosotros. Torrente 5: Operación Eurovegas es el título de la nueva entrega protagonizada por el friki más fachendoso de nuestro país. Poco se puede decir que ya no se sepa del personaje y, mucho menos, del estilo de comedia con el que se van a enfrentar. Tacos, "guarrerías españolas" (que diría el gran Chiquito), escatología por un tubo y un montón de cameos protagonizados por un sinfín de personajillos (la mayoría, tanto o más inmundos que el propio Torrente) habituales de la telebasura patria.

En esta ocasión, se adentra en la planificación y ejecución de un golpe a un casino aunque con ciertos apuntes futuristas, ya que cuando Torrente sale de cumplir condena en el año 2018 se enfrentará con varios detalles que trastocarán su enfermizo espíritu españolista. España ha sido expulsada de Europa, vuelve a tener la peseta como moneda legal y, lo que es peor para su patriotismo enfervorizado, Catalunya ya es un país independiente cuya selección de fútbol se ha clasificado para jugar la final de la Copa Mundial contra Argentina. Y, para más INRI, unos “presuntos” catalanes han mancillado la estatua de El Fary que engalanaba la tumba del cantante.

Una premisa divertida y simpática que sin embargo no va más allá de su planteamiento (excepto un celebrado gag con los entrenadores de las selecciones de Catalunya y Argentina). Torrente va siempre a lo mismo: el “caca, culo, pedo” que entusiasma a sus seguidores. Santiago Segura ya no sorprende ni con su personaje ni con su propuesta. Torrente es Torrente y punto. Pero el muy cabroncete sigue teniendo gracia.

  
Sus fans no se van a defraudar. Segura les da lo que quieren y no escatima ni los chistes de siempre. El “¿nos hacemos unas pajillas?” no podía faltar, aunque en esta ocasión ponga manos en el asunto con técnicas más sofisticadas y “asfixiantes”. No se rompe la cabeza buscando muchas innovaciones, pero lo que hace, lo hace con desenvoltura y añadiéndole alguna que otra variación: se rodea de buenos cómicos y amiguetes (Barragán, Julián López, Florentino Fernández, un insuperable Carlos Areces o la siempre magnífica Chus Lampreave), reconvierte a algún que otro friki televisivo en coprotagonista excepcional (Jesulín de Ubrique), recupera del ostracismo a alguien caído en desgracia (acertadísimo el tenderle un cable a Fernando Esteso) o, alucinantemente, consigue fichar a un actor de la talla de Alec Baldwin para que se apunte a sus gamberradas torrentianas. Y es que Santiago Segura no tiene un pelo de tonto. Sabe a la perfección lo que se hace (aunque siempre sea lo mismo).


Si Steven Soderbergh, con Ocean's Eleven, orquestó un excelente remake de La Cuadrilla de los Once para dar un golpe en un casino de Las Vegas, el amigo Segura hace un tanto de lo mismo para desmantelar otro casino en Eurovegas, incluyendo una escena final de acción filmada con todo lujo de detalles. Y, a pesar de su previsibilidad, su engranaje usual le funciona a la perfección. Torrente no engaña, es lo que es. Y a quien no le guste, que no vaya a verlo. Yo, con sus chabacanerías, me lo sigo pasando lo mar de bien.

1 comentario:

El Señor Lechero dijo...

Como dice el propio Segura, Torrente puede ser un cutre pero sus películas no lo son para nada. Gran año el del cine patrio.