Última jornada del Festival. Por la mañana, pudimos
conocer la película que, por la noche y en sesión de gala, clausuraría el
certamen. Se trata de Into the Forest, una cinta de tintes apocalípticos que, dirigida
sin interés alguno por la canadiense Patricia Rozema, se acerca al tema de
forma vaga, aburrida y sin ningún tipo de fuerza. Parte de un apagón que deja
sin suministro eléctrico a toda la población mundial; en principio, el inicio
del final de la humanidad. Ni se explican causas y, a duras penas, se muestran
las repercusiones de la crisis, ya que la cámara se centra, casi única y
exclusivamente, en el seno de una familia compuesta por dos hijas y un padre
viudo que conviven en una casita, en medio de un bosque y alejados de la
población más cercana. Lo que, al menos, se podría haber convertido en un
interesante duelo interpretativo entre Ellen Page y Evan Rachel Wood, tampoco
logra llamar la atención del espectador pues, tanto la una como la otra, daban
la impresión de estar abducidas por la misma apatía de la realizadora. Los bostezos generalizados en la sala fueron el claro síntoma de que
la cosa iba de capa caída.
Y, una vez clausurado el Festival, como extra y en
sesión golfa, tocó From the Dark, de Conor McMahon, una aproximación irlandesa y rural al cine de vampiros y, muy en concreto, a la figura de Nosferatu, ya
que la silueta del chupasangres de la película está directamente inspirada en
el físico del protagonista del clásico de Murnau. From the Dark empieza cuando
una pareja que se dispone a pasar un plácido fin de semana en el sosiego de la
campiña irlandesa, sufre una avería en el coche tras haberse perdido por un
caminito de montaña. Buscando amparo en una casa solitaria y alejada del mundanal ruido, descubrirán
atemorizados que en su interior habita un extraño ser dispuesto a dejarles sin
una gota de sangre en el cuerpo. Al principio, el tal McMahon demuestra un buen
dominio del suspense, pero pronto parece tirar la toalla para entrar en un
círculo vicioso tan reiterativo como cansino. Extremadamente oscura y
pésimamente iluminada, a pesar de sus defectos, que son muchos, posee la
innovación de que la criatura es extremadamente sensible a cualquier tipo de
luz, incluso de la mínima llama que pueda provocar una cerilla.
Hasta aquí el Festival. Una edición que, en esta
ocasión, me ha resultado un tanto farragosa, ya que la recolecta de género de
este año ha sido más bien floja. Sin haber ningún título de esos punteros que
deslumbran, dejaré, como ya es habitual, mi particular Top-Five del Sitges
2015:
2. I Am a Hero
3. Cop Car
5. Victoria
Y déjenme que les añada un par de menciones
especiales a The Salvation y a The Legend of Barney Thompson porque al menos,
rompiendo con la tónica del Festival, no me aburrieron en absoluto.
Y un beso en la frente a todos los colegas con los
que, año tras año, compartimos momentos y cenas variadas.
3 comentarios:
Pala en ristre, le informo que ha fallecido un tal Gunnar Hansen, un islandés conocido mayormente por ser el Leatherface de La Mantanza de Texas. Uno de esos actores de los que nadie sabe cómo es su cara...
Su cara era de cuero.
Se puede decir que tenía una cara muy dura, curtida por largos años de trabajo en el matadero.
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