9.3.15

Sin musa


Entre el guión de Million Dollar Baby y la dirección(y también la escritura de la oscarizada Crash, el canadiense Paul Haggis consiguió el crédito suficiente para que le abrieran las puertas de Hollywood. Después de dirigir un par de thrillers más o menos potables (En el Valle de Elah y Los Próximos Tres Días), vuelve a colocarse tras la cámara para castigarnos y aburrirnos soberanamente con el peor film de su filmografía, En Tercera Persona, un trabajo anodino que recupera, en parte, el estilo narrativo que empleara diez años antes para la confección de la mencionada Crash.

En Tercera Persona cuenta tres historias de amor, resentimiento y malos rollos que transcurren en tres escenarios geográficos distintos: París, Roma y Nueva York. Tres historias que, aparentemente, no tienen ninguna relación entre ellas pero que, a golpe de truculencias y desvaríos de su guión (igualmente debido al propio Haggis), acabarán confluyendo en más de un punto.


Tomando como partida el personaje de un escritor norteamericano que intenta escribir su nueva novela en una lujosa suite de un hotel parisino (un Liam Neeson totalmente perdido en un papel que se le escapa de las manos), la cámara de Haggis irá saltando de una punta a otra del mundo para plasmar, sin mucha convicción, lo que al mismo tiempo le sucede a una joven neoyorquina que acaba de perder la custodia de su hijo pequeño (una esforzada Mila Kunis) o las aventuras que vivirá un americano en tierras italianas (un descafeinado y a veces ridículo Adrien Brody) cuando se sienta atraído por una gitana rumana a la que le han secuestrado su hija.


Muerte, soledad, tristeza, adulterio y muchos, muchos, corazones rotos. La propuesta de Paul Haggis, en un principio, puede parecer atractiva, pero su tratamiento es tan desolador y tramposo que resulta muy fácil desengancharse de cuanto ocurre en pantalla. Y es que el material con el que cuenta es tan básico y manido que, por mucho que se esfuerce en manipular su argumento a golpe de piruetas de guión para hacerlo parecer muy profundo, el castillo de naipes que construye se le desmorona en un santiamén.


Aparte de los actores ya nombrados, En Tercera Persona cuenta también con gente como Olivia Wilde, Maria Bello, James Franco o la mismísima Kim Basinger, entre otros. Pero de nada sirve que arrope su película con un casting más o menos atractivo si la oferta es tan vacía de contenido como ésta, sustentando toda su teórica fuerza en un par de giros argumentales presuntamente sorprendentes pero que, en realidad, no son más que la obra de un fullero de mucho cuidado. En esta ocasión, Haggis parece haber perdido su musa, al igual que le sucede al personaje de Liam Neeson.

3 comentarios:

caligula dijo...

Pos vaya! esta la quería ver yo, como bien dice el planteamiento parece interesante (aunque no entiendo la tontería de tener que hacerlo en tres ciudades diferentes), una especie de Love Actually pero sin chistes (y sin Emma Thompson, un punto en contra). Bueno, pues ya no me gasto mis dineros en esta cosa que la vida está muy dura para tirar así la pasta.

Hablando de pasta, que dicen que bajan el IVA al 10% (esta año hay erecciones... perdón, elecciones). Atención pregunta: tras la bajada del IVA, ¿bajarán el precio de las entradas? yo diría que no... Y si no lo bajan ¿creen ustedes que los de Cinesa utilizarán ese dinerito que no va a hacienda en mejorar la limpieza de sus instalaciones? porque mira que están guarros esos cines, al menos a los que voy yo.

Spaulding dijo...

No sé como será la gente de CINESA de Madrid, pero los de la central de Barcelona son de lo más impresentable. Sucios no lo son, son puliditos, pero impresentables lo son un rato largo. Se lo digo por experiencia.

Para mi, los de CINESA, cuanto más lejos, mejor.

caligula dijo...

Los de Madrid ya le digo yo que no limpian. De hecho el personal brilla por su ausencia, sólo están los de la taquilla y los de las palomitas pero de ver un equipo que vaya a limpiar entre sesiones o mantenga los baños decentes olvídese porque no deben haberles contratados. Eso sí, tienen la estúpida idea de disfrazar de monstruos a los trabajadores de las taquillas el día de Halloween... encima les putean!! Un asco estos de Cinesa.

Por cierto, aprovecho para sacar la pala: apúntese a Sam Simon, creador de Los Simpson (estaba bastante, bastante malito)
http://cultura.elpais.com/cultura/2015/03/09/television/1425928262_204583.html

Además, me parece que estaba casado con Jennifer Tilly... o era el otro de los creadores de los Simpson, el que no es Matt Groening... el otro, vaya.