De todos modos, unos cuantos años antes, en 1956, estuvo a punto de lograr el objetivo de ser esa glamourosa estrella que siempre soñó, pues pudo meterse en la piel de Sephora, la mujer del mismísimo Moisés, en la magistral Los Diez Mandamientos de DeMille, una de las películas más taquilleras y populares de todos los tiempos. Justo un año después, bajo las órdenes de Raoul Walsh, encarnó en La Esclava Libre a Amantha Starr, una esclava de piel blanca -aunque hija de una negra-, que se debatía entre el amor de dos hombres de envergadura, Clark Gable y Sidney Poitier; un correcto melodrama con todos los tópicos del género que, desgraciadamente, no fue demasiado bien acogido por las plateas.Herman Munster, Moisés y Spaulding lloran su pérdida y agradecen, por adelantado, sus muestras de condolencia.
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