El viernes 7 de octubre, segundo día del Festival,
el Auditorio del Meliá Sitges amaneció con Annabelle: Creation, una precuela de
los Expedientes Warren que, en esta ocasión, nos muestra los orígenes satánicos
de una muñeca (la Annabelle del título) que ya se ha convertido en un icono del
cine de terror. Dirigida por David F. Sandberg, el mismo de Nunca Apagues la Luz, este es un film efectivo que, a pesar de no ofrecer nada nuevo al género,
mantiene la atención del espectador y se muestra capaz de crear un insano ambiente enrarecido e inquietante en la platea. Ambientada en la casa de un
fabricante de muñecas quien, años después de perder a su hija en un accidente,
decide aceptar en su domicilio a un grupo de seis huérfanas acompañadas de una
monja, esta es una precuela mucha más digna que su antecesora, Annabelle. De
hecho, Annabelle: Creation termina justo cuando se iniciaba el irregular título
anteriormente citado. Un entretenimiento cargado de sustos y escenas tensas que, sin embargo, nunca pasará a la historia del cine por su poca (o nula) originalidad.
La mañana continúo con El Sacrificio de un Ciervo Sagrado, el nuevo largometraje del autor de la sobrevalorada Canino y de la
insoportable Langosta, el griego Yorgos Lanthimos y que, al igual que en el último
título citado, vuelve a contar con la colaboración de Colin Farrell quien, en
esta ocasión, está acompañado de Nicole Kidman. Al igual que en sus otros dos
films, la primera media hora resulta lo más tentador del invento ya que, el tal
Lanthimos, sabe tentar a la perfección al espectador jugando, como siempre,
entre el absurdo más absoluto y una peculiar atmósfera entre inquietante y un tanto
enfermiza. Después, una vez descifrada un tanto la trama, la cosa empieza a
perderse, cayendo en reiteraciones muy cansinas y apoyándose en un lentísimo tiempo
narrativo capaz de provocar la somnolencia en el espectador; una somnolencia
que ni siquiera pueden evitar las buenas interpretaciones de su pareja protagonista.
La cinta narra la degradación y la enfermedad que asaltan a un matrimonio con dos
hijos que se ven tocados por las malas artes (no muy bien plasmadas en
pantalla) ejercidas por un joven que está dispuesto a vengarse de un hecho del
pasado provocado por el padre de familia, un reputado cirujano que mantiene una
extraña relación con el muchacho. A pesar de su buena factura, sigue la tónica
de sus productos anteriores: o sea, rara y aburrida hasta extremos
insospechados. Un timo más del Lanthimos (sin que valga la redundancia).
Personalmente, la jornada la cerré asistiendo a la
rueda de prensa otorgada por Susan Sarandon, actriz que acudió al certamen para
recoger un premio honorífico y presentar, en sesión golfa, una proyección de su
ya mítica The Rocky Horror Picture Show. En ella, habló con mucha profundidad, de
la excelente serie televisiva Feud, en la que daba vida a Bette Davis para
plasmar así la relación de ésta con Joan Crawford durante el rodaje de ¿Qué Fue de Baby Jane?, esta última interpretada por Jessica Lange en la pequeña
pantalla.
Dando un repaso a su extensa filmografía, quiso puntualizar,
entre otras cuestiones, que el personaje por el que siente más apego de toda su
carrera es el de la hermana Helen Prejean de Pena de Muerte, rol que le llevó a
conseguir su único Oscar.
Haciendo gala de su compromiso social y político,
como buena activista que siempre ha demostrado ser y en referencia al momento
actual que vivmos en Catalunya, quiso dejar bien claro que siempre
estará al lado de la autodeterminación de los pueblos. Maravillosa Susan
Sarandon.
En el próximo post, un poco más sobre el 50
aniversario de Sitges.
Cabría preguntarse qué y cuánto sabe la señora Sarandon sobre historia de España, pero supongo que eso ya no interesa tanto.
ResponderEliminarA lo mejor sabe un poco más que el mismísimo Rajoy.
ResponderEliminarAunque, en estos casos, es lo de menos. No sé si sabe que la soberanía del pueblo es una cosa que, desde hace cientos de años, ha sido una de las reivindicaciones de la izquierda... aunque muchos de izquierda de hoy en día parecen haberlo olvidado por razones de puertas giratorias y mangoneos varios.
Tengo una duda sobre la autodeterminación, si se hubiera celebrado un referendum el 1-O y hubiera ganado el Sí por mayoría pero un pueblo cualquiera, Olot por ejemplo, hubiera votado No por mayoría aplastante, todos uds. que abogan por la autodeterminación y por el derecho a decirdir hubieran facilitado de manera animosa que dicho pueblo se mantuviera integrado en el Estado español y fuera de la República, ¿verdad?
ResponderEliminarGracias de antemano por la respuesta
La verdad, es que no paran de decir idioteces influenciados por las teles y la prensa española. Háganselo mirar, por favor.
ResponderEliminarY, por cierto, el referéndum, les guste o no, se celebró.
Por favor: ahórrese la consabida respuesta de que era un "referendum ilegal y no tenía garantías".
ya, ya, de acuerdo pero...¿que ocurriría con Olot si votaran no?
ResponderEliminary eso es cierto, el referendum se celebró, pero reconózcame al menos que a la imagen del recuento de votos en mitad de una misa solo le faltó a Groucho al lado diciendo "Este referendum no solo es legal si no que además es divino". :-)))
ResponderEliminarSu president, el sr. Pokemon, pidiendo a los ciudadanos que defiendan la República, la II, la buena, no la de los 8 segundos, y mandando fotos del parlament mientras el corre a Bruselas ha conseguido que la república de Sopa de ganso sea todo un ejemplo de coherencia y responsabilidad ante lo que estamos viendo. :-)
ResponderEliminarExcelente trabajo
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