Hay princesas buenas, adorables, malvadas, corruptas…
princesas de todo tipo. Y ayer, por desgracia, se nos fue una de las mejores,
la princesa Leia, todo un icono inmortalizado por la gran pantalla: una princesa aguerrida y querida por todos,
una especie de Dama de Elche galáctica a la que dio vida la actriz Carrie
Fisher quien, a los 60 años de edad y tras una vida bastante complicada, decidió
emprender su particular viaje sin retorno. Por suerte, aún nos queda otra gran princesa:
la princesa prometida.
Ha visto usted House of Cards? No vea usted cómo ha cambiado La Princesa Prometida!
ResponderEliminar¡Y qué mala que es! Vaya parejita el Presi y la mujer...
ResponderEliminarY ahora va y se muere la madre de Leia, Debbie Reynolds. ¡Vaya añito de mierda, como diría Madonna!
ResponderEliminarEste final de año... cómo estamos!! y yo sin poder meter el coche en el centro de Madrid (total, no voy nunca...)
ResponderEliminarPor cierto, que leyendo la prensa hay una cosa que me está cabreando, y es que estén hablando de Debbie Reynolds como la madre de la Princesa Leia en vez de como la coprotagonista de Cantando Bajo la Lluvia o que salía en La Conquista del Oeste
ResponderEliminarComo decían en "Demolition Man", «bienvenidos a la era de lo nuevo y mejor: siento tener que suprimirte». Si el cine clásico sale en antena de higos a peras (y en canales con poca audiencia como 13TV) ¿cómo espera, micer Caligae, que la gente se ilustre?
ResponderEliminarPues leyendo el Spaulding's Blog!!
EliminarMadre que pelota me ha quedao esto...
No por ser peloteril es menos cierto.
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